El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, exaltó ayer las virtudes de la familia cristiana durante la misa en la Catedral de la celebración del Bautismo del Señor, una ceremonia religiosa particularmente entrañable al participar en los cantos los pequeños de la nueva Escolanía de la Fundación Santos Mártires y con la presencia de matrimonios que cumplen sus bodas de plata y oro y que ayer renovaron sus votos.

Precisamente, fue por este clima «de celebración» en la ceremonia, propiciado por la unión de «familia, escuela y parroquia formando un todo», por el que el obispo de Córdoba sentenció que «la vida cristiana es alegría», ante lo cual, reflexionó el prelado, «qué torpeza es quitar a Dios de nuestra vida, de la vida social en la que vivimos y de las leyes».

RENOVACIÓN DE VOTOS / Particularmente significativo fue el acto protagonizado por numerosos matrimonios (dos decenas de ellos ocupaban los bancos centrales frente al altar junto a miembros de sus familias) que cumplen sus bodas de plata y oro, 25 y 50 años de unión fruto de su fe cristiana, como definió Demetrio Fernández. Tras la celebración de la Palabra y la homilía, se procedió a la renovación de los votos matrimoniales, recibiendo por parte del obispo su felicitación y sus bendiciones.

El carácter familiar de la celebración de ayer quedó aún más patente con la participación en determinados momentos de la ceremonia de la nueva Escolanía de la Fundación Santos Mártires, que cantó ya al principio de la misa interpretando Adeste Fideles, todo ello junto la Orquesta y Coro de la Catedral de Córdoba. Eso sí, fue la Orquesta y Coro, bajo la batuta de Clemente Mata, la que desarrolló, de nuevo de manera impecable, el grueso del programa musical en la ceremonia religiosa de ayer, con un carácter muy a tono con la festividad que se celebraba y que cierra el ciclo navideño.