El próximo domingo, 29 de noviembre, será un día histórico para la República Centroafricana, país en el que el obispo cordobés Juan José Aguirre lleva 35 años ejerciendo su misión religiosa. Y es que el Papa Francisco tiene previsto iniciar esa jornada una visita de dos días a este país, después de haber pasado por Kenia y Uganda, lo que supondrá la primera expedición de este Pontífice al continente africano y en concreto a la República Centroafricana, la tercera nación más pobre del mundo, con un 65% de población cristiana (un 20% de la misma católica).

Juan José Aguirre visitó al Papa en junio pasado, tras recuperarse de un tercer infarto, y se trajo del Papa Francisco el compromiso de visitar este país, a pesar del riesgo de que se pueda producir un atentado, no tanto por la presencia militar francesa en una zona del país, sino por las guerrillas que tienen sometida la nación a un auténtico caos.

Aguirre ya se encuentra en la capital Bangui para ayudar en los preparativos de la visita papal, mientras que por caminos plagados de muerte por la situación de violenta guerra que asola el país desde hace tres años, un grupo de unos 70 fieles de Bangassou transitan en un camión que el Vaticano ha facilitado para que estos peregrinos puedan acompañar a Francisco. "Un duro viaje de 750 kilómetros, plagado de socavones, que durará tres días", explica Aguirre. El domingo está previsto que el Papa celebre tras su llegada un encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático y que luego almuerce con los obispos del país y de conferencias de naciones limítrofes. También visitará un campo de refugiados. Por la tarde el Pontífice oficiará una eucaristía con los sacerdotes, religiosas y religiosos en la catedral de la Inmaculada Concepción. Durante una vigilia de oración con los jóvenes, Francisco procederá a la apertura del Año Santo de la Misericordia, anticipando la ceremonia oficial que debía haberse celebrado en Roma ya en diciembre, para pedir que vuelva la paz y el perdón a este país dominado por dos guerrillas (los yihadistas de la Seleka y los anti-balaka) y donde hay miles de niños soldado.

"La población, no sólo la cristiana, sino también la musulmana moderada, está ansiosa, esperanzada, ante la visita del Papa, para ver si puede traer algo de paz a la República Centroafricana y ayudar a un Gobierno que carece de autoridad", señala Juan José Aguirre.

El Papa Francisco, antes de partir hacia Africa, ha enviado un videomensaje en francés a los habitantes de la República Centroafricana, resaltando que "espera que su visita contribuya a sanar las heridas y favorecer las condiciones para un futuro mejor".