Como cada año, a principios del mes de julio comienzan las ya conocidas rebajas de verano, que, junto con las de invierno, ofrecen una gran oportunidad para los consumidores de adquirir descuentos en multitud de productos, sobre todo en las prendas de vestir, al mismo tiempo que los comerciantes ven en ellas la oportunidad de reducir el stock sin generar pérdidas. No obstante, desde hace varios años se percibe la sensación de que estas rebajas no llegan a acabar nunca y cada vez comienzan antes. Por ejemplo, las rebajas de invierno comienzan en enero pero en mayo seguimos encontrando ofertas y descuentos en muchos establecimientos, lo cual está causando grandes pérdidas en el comercio de cercanía cordobés.

Respecto al balance del primer mes de rebajas de este verano, Rafael Bados, presidente de Comercio Córdoba, asegura que «los resultados del primer mes coinciden casi por completo con los del año pasado, apenas se puede percibir un pequeño incremento en los beneficios». En esta misma línea coinciden también los presidentes de los centros comerciales abiertos de Centro Córdoba y Santa Rosa, Manuel Blasco y Alfonso Alcaide, el cual considera que «habría que acabar con las rebajas encubiertas durante todo el año». Sobre este problema, Bados también afirma que «la liberalización de las rebajas por parte de las grandes empresas ha provocado que haya descuentos durante todo el año y esto solo ha traído pérdidas económicas para el comercio de cercanía».

Y es que parece que las rebajas no han comenzado hace poco, sino que nunca llegaron a irse.