La crisis económica, las últimas reformas laborales no y el tipo de empleos que demandan las empresas no han ayudado a los jóvenes a permanecer en la provincia, pese a contar con una amplia formación en la mayoría de los casos. El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) publicó ayer la información sobre población andaluza residente en el exterior de la comunidad autónoma a través de los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) a 1 de enero de 2018. Según estos datos, el número de jóvenes que reside en el extranjero ha crecido un 55% desde el año 2009, pasando de 4.678 que había entonces a los 7.273 que viven en otros países a fecha de 1 de enero del 2018. La mayor parte de estos cordobeses menores de 34 años están domiciliados en países europeos (4.753), aunque también es importante el número que hay en América (2.130). La cifra se completa con los 147 que se contabilizan en Asia, 145 en Oceanía y 98 en África. A esta marcha a otros países hay que unir los que han optado por buscarse sus vidas o estudiar en otras comunidades autónomas, como sucede con los 16.833 que residen fuera de Andalucía.

Los sindicatos achacan la situación a la falta de empleo y a la precariedad del mercado laboral. La secretaria provincial de CCOO, Marina Borrego, pone como ejemplo el caso de sus dos hijos. «Uno trabaja 8 meses al año en un centro de menores y otros cuatro está parado. Es maestro. Mi hija es licenciada en Psicología, tiene un máster y trabaja en un centro de discapacidad en Londres en un trabajo que no corresponde a su calificación», cuenta la responsable del sindicato cordobés. Marina Borrego pone también como ejemplo el caso de un joven del sindicato. «El otro día me dijo que tenía cuatro trabajos: en una academia durante una hora a la semana, en un bar de copas algunos días, haciendo sustituciones en una tienda y dando clases particulares. Con todo esto no le da para independizarse, viviendo con sus padres», cuenta. La secretaria provincial de CCOO lamenta la situación del mercado laboral en Córdoba, pero también en la Administración andaluza. «En Educación existe una gran precariedad. Tenemos trabajadores en precario en las aulas matinales o en los comedores. Con esta situación, los jóvenes lo tienen claro. Mientras están estudiando lo pueden compaginar, pero cuando acaban muchos optan por marcharse», asegura Marina Borrego.

El análisis del secretario provincial de UGT, Vicente Palomares, va en la misma línea. «En Córdoba no hay oportunidades. No hay una industria y vivimos del sector servicios o de la agricultura», indica Palomares. «La situación de precariedad es tremenda y muy pocos jóvenes se pueden buscar la vida aquí. Es una pena que la gente formada se tenga que marchar», añade. Por eso comprende el resultado del informe de la empresa de empleo temporal Adecco, que se presentó esta semana y que recoge que lo que más se demanda en España son dependientes, preparador de pedidos y camarero de pisos. En Córdoba habría que añadir empleos temporales en la agricultura. «Lo que más se demanda corresponde a empleo precario. Son trabajos refugio de fácil acceso y no hay una garantía salarial. Es una pena que gente formada tenga que bajar a estos niveles y la formación la acaban machacando», precisa.