La ermita de la Aurora fue escenario ayer del nacimiento de un foro ciudadano, creado por iniciativa de la Asociación de Vecinos de la Axerquía y que, con el título Por el derecho a la ciudad, pretende abrir el debate y buscar fórmulas para mejorar la convivencia vecinal y turística en el casco histórico. Francisco Rosales, uno de los portavoces de la AVV La Axerquía, explicó que la idea se gestó hace un mes por la inquietud de un grupo de vecinos preocupados por la deriva de ciertos fenómenos que ya afectan de lleno a la zona del entorno de la Mezquita y que temen que se extiendan al resto del casco. En el manifiesto elaborado para la ocasión, se habla de «gentrificación, turistificación, economía del ocio» pero también del impacto sobre «el paisaje y el medio ambiente», así como de los «abusos del turismo» que derivan en la expulsión de la población local o los precios abusivos de los alquileres. Según Rosales, «creemos que hay que reflexionar sobre este tema y reivindicar que se tenga en cuenta al vecindario a la hora de diseñar los planes turísticos, cosa que no se ha hecho hasta ahora». Temen que el centro histórico se deshabite o se despoje de servicio básicos mientras proliferan otros pensados para el turismo y no para quienes residen en él.

En este contexto, los agentes vecinales participantes, entre los que hubo presencia también de representantes de la AVV La Medina, de San Agustín o del Consejo del Movimiento Ciudadano, entre otros colectivos sociales, parecen coincidir en la importancia de racionalizar el uso del casco histórico para determinados fines. Este foro nace mientras el Ayuntamiento trabaja en la comisión sobre los usos del casco histórico, que se encuentra en fase de recopilación de datos. Según el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, «en este momento en el que el casco está asediado para convertirlo en un lugar de negocio, es necesario reflexionar hacia dónde queremos ir», indicó, «ya que se trata de un espacio residencial que además tiene un valor patrimonial especial».

Por su parte Lourdes Martínez, presidenta de la asociación de La Medina (la zona próxima a la Mezquita y la más afectada por el turismo), consideró que «es necesario acabar con ciertas prácticas como los apartamentos turísticos ilegales por la inseguridad que generan entre los vecinos». También abogó por compatibilizar la vida vecinal en el casco con el turismo estableciendo límites a los horarios de ciertas actividades que generan mucho ruido y que, según su experiencia, incluso cuando se denuncian no tienen ninguna consecuencia. Según Martínez, «hay un turismo sano que trae dinero a la ciudad y otras actividades que son molestas, entre ellas una parte de Riomundi, impulsada por el Imtur, que deben organizarse mejor». En la misma línea, Isadora Donnier, presidenta de la AVV Galea Vetus, cree que es oportuno plantear este debate y aunque los niveles de saturación de la Axerquía Norte son mucho más bajos, temen que la proliferación de viviendas de uso turístico acabe generando problemas.