El octavo rector de la UCO, que tomó posesión el 12 de junio del 2014, llega a su último año de mandato sin deshojar aún la margarita de su continuidad. Aunque como rector, Gómez Villamandos está exento de dar clase, en estos años ha mantenido 15 horas de clase al año como profesor de Histología y Anatomía Patológica General, en el Grado de Veterinaria, lo que dice que le ha permitido no perder el contacto con los alumnos y «poder poner la cabeza en otro sitio»

-¿Cómo afronta su último año de mandato como rector?

- Igual que los anteriores, con ganas de trabajar, consolidando lo que ya hemos puesto en marcha y diseñando alguna otra cosa que queda por abordar, sobre todo nuevas convocatorias de proyectos de investigación, nuevos formatos para la consolidación de talento dentro de la investigación y docencia, así como alguna acción de internacionalización de la investigación.

-Ya dijo que no desea plantear este curso en clave electoral, pero tarde o temprano tendrá que mostrar su disposición o no hacia un nuevo mandato.

-Claro, evidentemente, eso tendrá que llegar en su momento. El programa y el proyecto que en su momento se hizo era y es ambicioso, no se hace en cuatro años, pero eso se tendrá que materializar en su momento. El adelantar cualquier situación de ese tipo sería desleal con la propia institución, sería crear un ambiente electoral que va a entorpecer el desarrollo normal de la institución.

-¿Pero está en su ánimo esa disposición a continuar?

-Mmmm, es un proyecto complicado y necesita su tiempo de consolidación.

-Bien, en su discurso de inauguración del curso académico se mostró optimista respecto a este curso, por la «certidumbre» económica y de personal de la UCO.

-La verdad es que ha habido una suma de factores que nos han llevado a que exista ahora esa «certidumbre». Por un lado, el nuevo equipo de la Consejería en la Junta ha conseguido que haya una regularidad en los pagos de Tesorería, lo cual nos da tranquilidad de cara a afrontar el pago de las nóminas, que es lo que siempre nos preocupa, y por otro lado, las distintas acciones con el Gobierno central nos han permitido la promoción y consolidación del profesorado. Nos quedan las dificultades del PAS, que se está negociando en distintos ámbitos. Lo que sigue habiendo es una financiación insuficiente para la UCO, eso siempre lo diré. Somos una universidad tremendamente científico-técnica en nuestras titulaciones y eso significa unos costes muy altos, y seguimos sin recibir lo que tenemos que recibir según esas características. Por tanto, es una reivindicación continua.

-Esa es la financiación extra que piden a la Junta.

-Efectivamente, que la pido año tras año. En el 2017 se consiguió algo y hemos mejorado y ahora en el 2018, en cuanto se abra la negociación de los presupuestos de las universidades y la distribución de esos fondos, pues volveremos a insistir. Hemos mejorado, pasando de no llegar a poder pagar las nóminas a contar con esa financiación adecuada, y necesitamos ahora un colchón para otro tipo de acciones.

-El relevo generacional ha sido otra de las grandes preocupaciones de los últimos años y parece que se está produciendo ya en la UCO.

-Sí, esa situación de inestabilidad se ha superado en gran parte. Las bolsas de acreditados están solventadas y nos quedarían figuras de interinos en PDI y PAS que tenemos que dar solución. En PDI, tenemos la vía de cómo hacerlo y ellos tienen que marcar el ritmo. Y en el caso del PAS, tienen una legislación diferente, estamos trabajando para que los interinos, en 2-3 años, puedan llegar a una situación consolidada.

-En cuanto a la oferta formativa, ¿hacia dónde camina la UCO?

-Ahora mismo, nuestra oferta es equilibrada para nuestra capacidad. Si al final se consigue implantar Psicología, que era la única que nos quedaba del catálogo antiguo, pues habríamos cerrado esa etapa, hasta que se decidan a nivel andaluz unas nuevas titulaciones de forma coordinada. Nos quedaría seguir trabajando en los dobles grados, que nos están dando unos resultados excelentes, porque los alumnos vienen con más nota, y también el tema de los módulos bilingües en grado y máster. Y eso, más que hacernos más atractivos fuera, que también, es darles más competencias a nuestros estudiantes de cara a la empleabilidad.

-¿El grado de Psicología se implantará ya el próximo curso?

-Tenemos muchas etapas. Ya tenemos la primera autorización de la Junta; ahora está en el proceso de verificación por una agencia externa y cuando sea positiva tendremos que pasar por otro filtro por parte de la Junta de Andalucía en el cual demostremos que contamos con los medios para poder ponerlo. Si todo va bien, y no hay ninguna interferencia ajena, el año que viene tendremos Psicología.

-¿En qué facultad?

-Estaría en Ciencias de la Educación, donde está el departamento de Psicología y la mayor parte del profesorado está ahí. Las dos posibilidades eran en Medicina y Enfermería o Ciencias de la Educación, y para no deslocalizar, la hemos dejado en Educación.

-Se está haciendo una gran campaña de captación de alumnos todos los años, ¿se está notando en la matrícula?

-La matrícula es más o menos estable, depende mucho del índice de natalidad, y dentro de unos años parece que va a haber una nueva bajada. Lo que sí se está consiguiendo, entre la captación de estudiantes y esa oferta mejorada mediante dobles títulos, es que vengan alumnos con mayor cualificación. Tenemos mayor demanda de alumnos de fuera para ese tipo de títulos, y eso siempre favorece el desarrollo de las titulaciones. Seguimos teniendo, como el resto del país, una falta de demanda para los grados de ingeniería, algo que no entendemos, aunque vemos que es un problema psicológico y cultural lo que está detrás, cuando son titulaciones de una empleabilidad altísima, pues muchos alumnos nuestros, antes de acabar la carrera, ya están colocados o fichados, y sin embargo siguen faltando vocaciones en el ámbito de la ingeniería. Se trabaja en eso.

-¿A qué cree que se debe?

-Las carreras de Ciencias de la Salud están que se salen, y hay una dificultad, que es que las ingenierías se ven como muy difíciles, y es evidente que tienen su dificultad, pero eso ha existido siempre y antes había mayor demanda, se llenaban las aulas. Ahora, siempre nos quedan plazas vacantes. Quizá en las etapas preuniversitarias no somos capaces de llegar a despertar esas vocaciones hacia la ingeniería. En las ciencias se está trabajando en ello y está dando resultados; en las ingenierías se ha empezado más tarde, llevamos tres años haciéndolo, y a ver cómo evolucionan. Pero quiero que se vea que son carreras con una demanda laboral tremenda.

-Y la Escuela de Belmez sigue con sus dificultades.

-Es un problema geográfico, pero hay un compromiso con la comarca del Alto Guadiato y nuestra escuela seguirá estando ahí y lo que seguimos intentando es poner incentivos. Ahora hemos puesto el máster de Ingeniería Superior de Minas, que va a ser un atractivo; también hemos puesto dobles titulaciones con otras ingenierías en Córdoba, lo que va a facilitar que en dos años nuestros alumnos pueden tener dos títulos de ingeniero con las atribuciones profesionales de las dos ingenierías, lo cual va a ser también muy atractivo. Y es que a Belmez se le unen dos factores, por un lado la distancia a la capital y, por otro, las dificultades de las ingenierías. En Obras Públicas se ha venido abajo el sector y hay poca demanda. En las residencias también tenemos becas de gratuidad y en el tema del transporte hemos puesto este curso un autobús que sube y baja todos los días a Belmez para que los alumnos puedan vivir en Córdoba. Hasta dentro de dos o tres años no podremos evaluar si estas medidas dan resultados.

-Respecto a la bonificación de las matriculas por la Junta, hay preocupación de las familias porque aún no tienen las cartas de pago.

-El cuánto tienen que pagar sí lo saben, les sale a la hora de hacer la matrícula. Pero hasta que se ajusta a cada caso particular, de alumnos que han pedido beca, otros que están en situación de matrícula anómala... y todo lleva detrás desarrollos informáticos muy complejos, por lo que aún no podemos emitir las cartas de pago. Lo que no hemos querido hacer es cobrar para luego devolver. Preferimos esperar y creo que a mediados de este mes estará todo normalizado. Hay que decir a los alumnos que matriculados están y que se les va a cobrar, que se tranquilicen.

-¿Se ha calculado ya cuanto dejará de ingresar la UCO por este concepto?

-Ronda los 3,5 millones aproximadamente. El único problema que hay es que al ser un ingreso que se tenía que realizar ahora, al no ejecutarse, en algunas universidades nos podría generar déficit. Eso es algo que la Junta tendrá que solucionar y hay compromiso por su parte de solucionarlo. Esperamos dar números en unas semanas.

-En cuanto a infraestructuras, hay problemas de espacio en Derecho, en Filosofía, en Ciencias del Trabajo, ¿qué soluciones se barajan?

-Pues en Ciencias del Trabajo está ya encargado el proyecto para el Vial Norte 2, la parte de delante de la parcela que tenemos ahí, donde está Fundecor y Ucoidiomas. Es un edificio de nueva planta que nos serviría para un gran aulario. Solo necesitamos tener el permiso de la Gerencia de Urbanismo para poder construir y buscar el dinero, algo que estamos haciendo. En el caso de Derecho, tenemos dos opciones que se están barajando: una, construir un edificio delante del actual inmueble, hacer una pastilla delante, que sería rápido y no tendría mucho coste, y otra posibilidad que nos ha planteado el Ayuntamiento es en la plaza de la Magdalena. Ahí hay problemas de ejecución aunque tiene ventajas sociales. Este curso tenemos que tomar la decisión. Es lo siguiente, tras lo de Ciencias del Trabajo. En Filosofía y Letras ya hemos dado todas las vueltas habidas y por haber por el entorno buscando sitio. Los que veíamos posibles no lo son. Y estamos pensando retomar el proyecto de la Zona, que depende del acuerdo de Defensa con el Ayuntamiento. Esos tres proyectos hay que ponerlos en marcha y cerrar en poco tiempo. Creemos que la Junta apoyará la financiación. Los tres deberían estar empezados antes de 4 años. No obstante, en Derecho estamos haciendo unas actuaciones de urgencia que van a suponer un desahogo importante, pues es recuperar espacios para aulas y le va a dar cierta fluidez en unos años. Y en el caso de Filosofía también se están viendo esas actuaciones, una reestructuración de espacios y horarios.

-El edificio de la antigua Agrónomos sigue sin uso.

-Es un edificio estupendo y nos gustaría que hubiera interés por alguna institución pública o privada en hacerse cargo de él. Ha habido varios proyectos que no se han llegado a consolidar. También hemos vivido los periodos de crisis y ahora, a ver si se reactiva.

-¿Y en el campus de Rabanales se plantean mejoras?

-Se está encargando un pliego para el proyecto de urbanización del campus, que sigue sin estar acabado. Lo del centro comercial está muy condicionado a lo que pasará con Rabanales 21, porque si se pone allí un centro comercial, como parece que al final va a ser, esa gran superficie en el campus ya no tendría razón de ser. En Rabanales nos encontramos también con falta de espacio, porque se ha ido creciendo, se han incrementado mucho las actividades, y también estamos previendo nuevas construcciones pero a más largo plazo. Ahora mismo lo más urgente es la urbanización.

-La UCO es valorada no solo por su investigación sino también por su docencia.

-Somos una universidad muy equilibrada en ese sentido. La media de la UCO sobre 5 es un 4,01 de valoración en docencia. Esta universidad, cuando se crea en los años 70, incorpora a gente de mucha valía, que ya se está jubilando, pero ha creado muy buena escuela, y los discípulos han sabido mantener la calidad y en algunos casos han superado a sus maestros.

-¿Qué va a diferenciar estos cuatro años de los anteriores? ¿Dónde se ha puesto el punto de inflexión?

-Nos hemos centrado en reforzar la investigación, la transferencia y la docencia, preocupándonos enormemente por el tema del personal. Y creo que hemos generado cierta certidumbre, hemos conseguido que la gente sepa cuál es el camino a seguir. Hemos generado cierta confianza.