Angeles Muñoz López-Cepero, nacida en Jerez de la Frontera hace 48 años, se instaló en Córdoba hace dos décadas debido al traslado laboral de su marido. Poco tiempo después de establecerse en la capital cordobesa y a la vez que criaba a sus dos hijos decidió que tenía que dedicar parte de su tiempo a algo que sus padres le habían inculcado desde muy pequeña, hacer el bien al prójimo. Primero residió con su familia en Ciudad Jardín, pero luego compraron una casa en el barrio del Guadalquivir, "donde se siente muy a gusto", reconoce. Desde este barrio esta jerezana trata de luchar contra las desigualdades más cercanas, aunque no olvida y lamenta las que existen fuera de España.

--¿Por qué siente esa necesidad de hacer el bien?

--Mi madre ha ayudado siempre a todo el mundo con dinero o alimentos y afortunadamente he salido a ella. Mi padre era policía, albañil, pintor y camarero. Era muy trabajador, con lo cual me he criado sin necesidades. Tuve la suerte de tener bicicleta, moto, mi vestido de gitana. Estaba acostumbrada en Jerez a ver cómo mi madre ayudaba a los demás y pensé que debía seguir su estela. Por eso, al principio de establecerme en Córdoba, me sentía desaprovechada hasta que fundamos una asociación de vecinos.

--Y decide integrarse en el movimiento vecinal cordobés.

--Cuando me mudé al barrio del Guadalquivir no había parques infantiles, pero gracias a la asociación Nuevo Guadalquivir (que fundamos hace unos 14 años) y a los vecinos, ahora hay 3 parques para niños. Desde este colectivo vecinal hemos luchado para que se arreglen las calles centrales y para que se lleve a cabo más a menudo la poda de árboles, entre otros avances. Sin embargo, hace unos años el barrio estaba dejado de la mano de Dios. También combatimos junto a la Policía la delincuencia. Esto me sirvió para sentirme realizada. Pero quería ayudar mucho más, porque veía a mi alrededor personas con muchas necesidades y una fundación tenía más alcance que una asociación vecinal para tratar de solucionar ese tipo de problemas. Y así fue como surgió la Fundación Guadalquivir Futuro.

--¿Con qué objetivos surgió la fundación?

--Los cuatro patronos (entre ellos José Antonio González Adame y yo) pusimos entre todos 30.000 euros para poder empezar a trabajar. Sin la ayuda de José Antonio González Adame, que es el vicepresidente de la fundación, y la del coordinador, Cristian Menacho Muñoz, no podría llevarse a cabo la labor que realiza esta entidad desde hace 7 años. Como fundación podemos solicitar ayudas a administraciones como la Junta o el Ayuntamiento, así como a la Fundación Cajasur. Tenemos acuerdos con empresas privadas para labores de limpieza, mantenimiento y jardinería. Les ponemos en contacto con trabajadores del Sector Sur y barrio del Guadalquivir.

--¿Cuáles han sido vuestros primeros logros?

--Ayudar a fomentar el empleo. La fundación da trabajo a 14 personas. Las empresas nos contratan a nosotros y la fundación a continuación da empleo a las personas. También colocamos a empleados en otras empresas mediante el programa de fomento de empleo. Por aquí pasan cada día numerosas personas solicitando un trabajo. Notamos que existe un paro exagerado, que no había antes de la crisis, a pesar de las dificultades del barrio en el que estamos. Por otro lado, en colaboración con la Delegación de Empleo de la Junta damos difusión a las ofertas que nos hacen llegar, pero no recibimos subvención alguna de este área del Gobierno andaluz. Recientemente celebramos un acto en el IES Averroes para dar a conocer el Plan Emplea Joven, al que acudieron unas 100 personas.

--La fundación prácticamente echó a andar poco antes de estallar la crisis económica.

--Efectivamente. Pero es sobre todo desde hace 3 o 4 años cuando la crisis le está afectando a prácticamente todo el mundo, principalmente a las clases medias, da igual la condición social o educativa. En el barrio hay cabezas de familia con sus carreras universitarias (arquitectos, profesores, administrativos, trabajadores sociales), de todo tipo de profesiones, que no encuentran trabajo. También muchos camareros, albañiles y profesionales de la construcción en la misma situación. Al trabajar con empresas privadas el beneficio que dejan va directamente destinado a nuestra colaboración con el Banco de Alimentos, a personas sin recursos, discapacitados y menores.

--¿Qué otro tipo de empleo se fomenta desde la Fundación Guadalquivir Futuro?

--Quien ayuda mucho en el barrio en general, no solo a la fundación, es la Delegación de Salud y Políticas Sociales de la Junta. Llevamos a cabo una serie de trabajos, en los que el personal se puede contratar gracias a la Delegación de Salud, concretamente para el reparto a domicilio de comida a personas mayores o la escuela de verano. Otra entidad que nos ayuda muchísimo es la Fundación Cajasur, que es la única que colabora con nosotros en materia de atención a discapacitados. Nos ha cedido unas instalaciones de unos 3.000 metros cuadrados en el Sector Sur (antigua guardería San José Obrero) donde hemos montado unos huertos ecológicos urbanos para discapacitados mayores, que son los primeros que se encuentran dentro de la ciudad. La Fundación Cajasur contribuye con materiales, con el mantenimiento de las instalaciones y la contratación de los trabajadores que están con los 16 o 17 beneficiarios. Anteriormente a este proyecto, estuvimos desde el 2007 al 2011 trabajando, gracias también a la Fundación Cajasur y a la Delegación de Salud, con discapacitados menores en la realización de manualidades, informática, encuadernación, actividades extraescolares o jardinería en el colegio Santo Angel.

--Muestra una sensibilidad especial con la discapacidad.

--A la población discapacitada le llega un momento, cuando supera la mayoría de edad, que no tiene ningún sitio donde ir y nuestra intención es que puedan formarse como monitores. Ese es el futuro que queremos buscarles porque están aptos para ello. Sin embargo, el Ayuntamiento, desde que gobierna el PP, no nos ayuda nada, ni tampoco a la asociación de vecinos ni a colectivos de jóvenes.

--Otra de las iniciativas que lleváis a cabo es un taller de memoria para personas que puedan tener indicios de sufrir principio de la enfermedad de alzhéimer o para prevenir la aparición de esta dolencia.

--Sí, se lleva a cabo en el centro de salud Guadalquivir del barrio, cuyas instalaciones nos cede la Delegación de Salud. El taller está funcionando todos los días de la semana, de lunes a viernes, ya que hay diferentes grupos. Los médicos y enfermeros del centro de salud son los que nos derivan a los pacientes que asisten al taller, la mayoría de avanzada edad, pero también algunos más jóvenes. A través de distintas actividades se trata de que los beneficiarios del taller se vean obligados a recordar colores, figuras, nombres, para que mantengan activa su memoria. Por otro lado, tenemos talleres de costura y hace unos años nos hicimos cargo de un equipo de voleibol femenino. Han llegado a ser campeonas de Andalucía y subcampeonas de España. Actualmente el club está en manos de otras personas. Ahora estamos trabajando en el desarrollo, de cara al próximo curso, de un programa de multideporte base para niños del barrio, con el objetivo de quitarlos de la calle. Sería una actividad socioeducativa, con la que también queremos implicar a los padres.

--Guadalquivir Futuro impulsa a su vez una escuela de verano.

--Sí. Por segundo verano consecutivo hemos puesto en marcha una escuela de verano con comedor en julio y agosto, que se ha ampliado este año de 50 a 60 plazas. Solicitudes ha habido para 90, pero realmente no hemos podido asumir más, porque de momento los fondos los hemos aportado nosotros a falta de que llegue la misma ayuda que la Delegación de Salud de la Junta nos aportó el pasado verano. Somos la única escuela de verano de estas características que está abierta desde el 1 de julio en el Sector Sur.

--Otra de vuestras misiones es repartir comida del Banco de Alimentos. ¿Quiénes son los beneficiarios?

--Sí realizamos el reparto de comida a unos 260 beneficiarios del Distrito Sur. Lo que se recolecta en el huerto ecológico también se aporta a este fin, aunque es mínimo, así como algunas donaciones que se realizan en fechas muy concretas, como son las navidades.

--¿Qué otros proyectos os gustaría realizar?

--Desde que llegó el Gobierno municipal del PP desaparecieron las escuelas taller y no tenemos tampoco relación con la Diputación. Se solicitó a la institución provincial montar huertos ecológicos urbanos para discapacitados en las instalaciones de Centrosur y nos lo denegaron. Por eso, recurrimos a la Fundación Cajasur. La excusa fue que iban a poner en marcha allí un plan de empleo, pero no se ha hecho.