Rafaela Valenzuela, Rafi, acaba de aterrizar en la Subdelegación del Gobierno, pero su cara no es desconocida en la política. En Córdoba fue delegada de Cultura, entre 1996 y 2004, y en la Junta, directora general del Libro. Nacida en Montalbán en 1960, Valenzuela es una persona cercana y afable, que vuelve al servicio público con ilusión y ganas, en un momento en que el cambio en el Gobierno de la nación ha propiciado un traspaso en la Subdelegación del Gobierno.

-Se ha convertido en la primera mujer al frente de la Subdelegación del Gobierno, ¿qué valor simbólico o importancia le da?

-Pues un valor simbólico muy alto. Los que me conocen saben que a mí siempre me gusta decir: por mí y por todas mis compañeras. Es algo que desde el feminismo se dice mucho, pues las mujeres somos muy dadas a crear redes entre nosotros, redes de apoyo mutuo. Yo, la verdad, que el día que supe que me nombraban para este cargo, desde siempre, desde antes de la democracia, ocupado por varones, sentí mucha emoción, porque me acordaba de tantas mujeres que fueron las pioneras, que son mis maestras, a las que quiero y admiro muchísimo, y que son las que han hecho posible de verdad que nosotras podamos estar en estos cargos. Yo no me olvido de ellas.

-Quizá el 8-M ha supuesto un nuevo impulso, fuerte, en la lucha por la igualdad de las mujeres.

-El 8-M ha marcado un antes y un después. Estoy muy orgullosa de que el Gobierno de España sea el Gobierno del mundo con más mujeres, pero mira, para mí es muy importante una cosa. Yo soy del ámbito rural, de un pueblecito, Montalbán, y pienso en esas madres cuando solo estudiaban los chicos, en el empeño por que estudiaran sus hijas, cuando estaban pensadas para casarse y tener hijos, y se empeñaron en que nos viniéramos a las universidades, sacáramos nuestras carreras.Por eso yo vivo con mucha emoción este momento; mi madre, por desgracia, ya no está para disfrutarlo, ni mi padre tampoco, ellos eran personas sencillas que lo único que podían darme en el mundo eran unos estudios, y me los dieron, y hoy me acuerdo especialmente de ellos.

-Llevaba alejada de la política activa desde el 2012, ¿qué le ha llevado a aceptar este nuevo cargo político?

-Me ha llevado la responsabilidad, la ilusión y el compromiso. Creo que este Gobierno ha traído aire fresco a la política y sobre todo ha traído ilusión. Creo que desde el día en que sale adelante esa moción de censura, la gente respira mejor, y es un avance en la dignidad. Hemos estado dando pasos desde el primer día, que tienen que ver con la dignidad, con los derechos, con la creencia profunda en la democracia, y creo que no podía haber mejor Gobierno por el que dar la cara en Córdoba que por éste. Me siento muy orgullosa de las personas que forman parte de él, de sus méritos, de sus capacidades, y del profundo compromiso y espíritu democrático que las inspira. Y yo, que soy una personas muy comprometida, que creo que la democracia es una tarea que se construye cada día y que los derechos hay que mimarlos, pues cualquier avance puede volver atrás en un día con una ley, pues era mi momento, el salir de ese ámbito en el que he tenido que estar por motivos personales muy duros, pero creo que tenía que dar este paso al frente y agradezco mucho a las personas que han confiado en mí para estar en este sitio. Y pongo mi entusiasmo para acercar la Administración del Estado a los ciudadanos, que sepan que el Gobierno está cerca, a través de la Delegación del Gobierno de Andalucía y a través de las 8 subdelegaciones del Gobierno. Y que sepan que esta es su casa, que está abierta para sus proyectos e inquietudes, y que van a ser escuchados por la subdelegada. Naturalidad y normalidad democrática a todo.

-Pero, además, asume un puesto muy distinto a su hasta ahora quehacer político y profesional, más centrado en la gestión del patrimonio y la cultura.

-Soy una persona tremendamente curiosa, me gusta estar informada y, por otra parte, aparte de mi labor en el ámbito de la cultura, tengo también muchas relaciones con el tejido social, con las organizaciones y asociaciones de la ciudad, me gusta mucho que la sociedad civil se organice y trabaje. Modestia aparte, creo que tengo aún una base sólida de relación con el tejido asociativo de Córdoba y también, cuando fui delegada de Cultura, tuve ocasión de conocer mucho la provincia. Muchos alcaldes y alcaldesas son amigos de muchos años y creo que todo eso va a facilitar mucho las cosas.

-¿Cómo ha sido el traspaso de papeles con su antecesor, Juan José Primo Jurado?

-Ha sido ejemplar. Yo lo conocía, pues él estaba en el Archivo de Viana cuando yo era delegada de Cultura y hemos tenido desde entonces una relación muy cordial, y he de decir que desde el primer día que se enteró de mi nombramiento me felicitó, me ha trasladado toda la información, me ha presentado a todas las personas del equipo. Yo solo puedo decir que se ha hecho con toda la normalidad democrática y cordialidad.

-Entra casi a mitad de la legislatura, ¿esto le da sensación de cierta transitoriedad?

-No, yo me planteo que en el día a día se pueden resolver muchas cosas, y yo desde luego tengo la impresión de transitoriedad que siempre he tenido, como cuando estaba de delegada de Cultura o directora general del Libro. Volví a mi trabajo con normalidad y volveré a hacerlo cuando toque, porque además me gusta mi trabajo como técnico de Cultura en el Ayuntamiento, que me parece un trabajo precioso. Pero creo que se pueden hacer cosas, no todas, porque es sabido que los presupuestos no son los nuestros, pero que por responsabilidad han tenido que salir adelante, pues hay subidas salariales, de pensiones, el IVA del cine, temas del IRPF... que lógicamente no podemos dejar que se pierdan. Pero habrá que empezar a trabajar en los del 2019 y ahí si tendremos que empezar a encauzar todos esos temas pendientes en la provincia.

-¿Y cuales van a ser sus líneas prioritarias de trabajo?

-Le quiero dar una prioridad absoluta a la cercanía y luego a los temas que la provincia tiene pendientes, como en carreteras, la biblioteca del estado, ver cómo se refleja ese impulso definitivo al Museo Arqueológico y, desde luego, todos los temas de infraestructuras y el sector agroalimentario, que el otro día el ministro Luis Planas se comprometió muy profundamente en el apoyo a nuestros agricultores y ganaderos y a luchar por trabajar el tema de la PAC en Europa a fondo. Es decir, son temas muy diversos que en los próximos días iré aterrizando en cada uno de ellos pormenorizadamente, aunque desde el primer día ya estoy teniendo reuniendo con todos. Y una línea que es prioritaria de la Administracion del Estado es la coordinación absolutamente fluida y permanente con las otras administraciones, la autonómica y locales, y muy especialmente la alcaldesa de Córdoba y la delegada del gobierno de la Junta, así como el presidente de la Diputación, que serán para mí interlocutores permanentes.

-¿Será más fácil esa relación fluida teniendo en las instituciones a compañeras y compañeros socialistas?

-Es que da la casualidad de que somos tres mujeres, que además somos socialistas y amigas. Nosotras en nuestro día a día ya estamos en contacto, no tenemos que inventar nada. Nos apoyamos y nos queremos y, partiendo de eso que ya existe, se trata de formalizarlo y darle un cauce, junto con el presidente de la Diputación, con el que también mantengo muy buena relación.

-Su antecesor lamenta no haber podido resolver el arreglo de la N-432, aunque hay una partida presupuestaria prevista.

-Claro, pero es que en este tema hay unos estudios previos que hay que actualizarlos y que hay que partir prácticamente de cero. Tenemos que ser conscientes de lo que conlleva poner en carga una infraestructura de esas características. Pero a lo mejor hay que ir acometiendo las actuaciones parciales más urgentes en el marco de un proyecto global e ir metiendo en agenda y en carga ese proyecto muy demandado y necesario. En este tiempo de crisis y del Gobierno del PP, Córdoba ha estado un poquito olvidada y por tanto en nuestras infraestructuras el déficit es importante. Primero, antes que venir inversiones, necesitamos proyectos, y estos proyectos no están, con lo que nos tendremos que ponernos a trabajar desde el principio en ellos.

-Se pone al frente de la Policía Nacional y la Guardia Civil, ¿qué planes tiene para ellos cuando no están cubiertas las plantillas?

-Está la mejora de las comisarías, que hay alguna partida destinada en los presupuestos, de 600.000 euros, y yo escucharé su problemática e intentaré aproximar las cifras a nuestras necesidades reales. En los próximos días tendremos encuentros específicos para elaborar un buen informe de cómo está Córdoba en ese aspecto y en la medida en que se pueda ir solucionando poco a poco.

-Imagino que la habrán informado del nivel de seguridad que tiene la provincia...

-Los datos que tengo es que Córdoba es una provincia que entra dentro de los parámetros normales de seguridad, muy aceptables. Y sí preocupan a los agricultores los robos en el campo, pero parece que van disminuyendo, y otras cosas que habrá que abordar. Y es verdad que el terrorismo yihadista es más difuso e incontrolable, pero creo que el Estado español, tras luchar tantos años contra el terrorismo de ETA, está muy preparado y lo ha demostrado, y no creo que Córdoba se encuentre en especial riesgo con respecto a otras provincias.

-¿Qué grandes asuntos pendientes para Córdoba va a reivindicar primero ante el Gobierno de la nación?

-A nivel de infraestructuras, tanto carreteras como ferroviarias, y los dos grandes equipamientos para Córdoba. También es muy importante para mí el 1,5% cultural para algunos proyectos de la provincia; el Profea, que entre el 10 y 13 de julio se resolverán esas ayudas para el ámbito rural, y desde luego, todo el tema agroalimentario, defendiendo a nuestros agricultores.

-¿Es igual de fluida la relación con el Gobierno de la nación, donde está Carmen Calvo, que con la Junta, con Susana Díaz?

-Yo tengo muy buena relación con la Junta, conozco a muchos consejeros y directores generales de mi paso por la Dirección General del Libro, y una relacion fluida con todos los delegados en Córdoba y con los diputados. A la presidenta la he visto en pocas ocasiones, pero creo que el delegado del Gobierno ha dejado claro la relación absolutamente leal y colaboradora del Gobierno de España con la Junta. Todos remamos en la misma dirección.

-Ha comenzado su mandato con un anuncio importante, como es la declaración de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad, en la que usted ha tenido mucha implicación, ¿qué va a suponer para Córdoba?

-Yo siempre había defendido que si un potencial importante tiene Córdoba es su patrimonio y que todo lo que se haga se debe hacer con inteligencia, con rigor, con mucha capacidad de innovación. El patrimonio vale por sí mismo, y ahora Córdoba ha dado un paso al frente siendo la ciudad española que más declaraciones patrimoniales tiene: la Mezquita, el casco histórico más grande de Europa, los Patios y ahora Medina Azahara. Más dos declaraciones que Córdoba comparte, como el flamenco y la dieta mediterránea. Y eso conlleva mucha responsabilidad, coordinación entre todas las administraciones, que todas estaban allí.Eso mismo que ha pasado para sacar la candidatura de Medina adelante es lo que a mí me gustaría que se produjera con algún tipo de acuerdo, no a corto plazo, sino medio o largo plazo, como ocurre con el patrimonio, donde no se puede intervenir a la ligera. Tenemos que ser generosos y buscar la autenticidad, y estar en esa línea de las ciudades tranquilas, que Córdoba tiene el tamaño perfecto para ofrecer al mundo esa calidad de vida. Y luego algo muy importante, Medina es oriente en occidente y eso no es baladí. Eso significa que Córdoba está en la mejor de las situaciones para erigirse en un foro permanente de debate, de encuentro, de reflexión, en este comienzo del siglo XXI, que nadie nos advirtió que iba a ser tan complicado, y Córdoba es el espacio perfecto porque fuimos capaces en el pasado de representar esos valores de diálogo, de convivencia, de escuchar al otro de verdad... y eso se puede hacer Córdoba, ofrecerse al mundo para eso, porque tenemos las infraestructuras, la ciudadanía, la gastronomía, una provincia maravillosa, estamos bien comunicados... Los cimientos de Medina Azahara muestran lo que es y lo que fue y son los que Córdoba tiene que reivindicar.