El patio de la Comandancia de la avenida de Medina Azahara registró ayer un inusual bullicio con la presencia de 403 escolares de siete colegios de Córdoba, Monturque y La Victoria que a lo largo de la mañana conocieron los distintos servicios con que cuenta el instituto armado. La visita se enmarca en las actividades programadas en la fiesta de la patrona, la Virgen del Pilar, que se celebra el próximo lunes.

Se trataba de "acercar la Guardia Civil a los pequeños y que conozcan realmente las funciones que desempeña en la provincia", apuntó el teniente coronel Francisco Fuentes, jefe de la Comandancia. Así, estos alumnos de Primaria y Secundaria pudieron ver "nuestras capacidades y qué servicios podemos prestar" y resaltó que todo lo que hacen los agentes de la benemérita "es por su seguridad y la de sus familias". Sobre este aspecto, el alto mando adelantó que el balance de este año "es muy positivo", con una disminución del 9% de delitos.

"La Guardia Civil está para servir y para proteger y por tanto hay que quererla y admirarla", añadió el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, mientras que la delegada de Educación, Esther Ruiz, destacó que "el futuro de la ciudadanía depende de estos pequeños que serán los arquitectos o los guardias civiles del día de mañana".

Los chavales se interesaron por los materiales de Criminalística, donde pudieron ver cómo se obtiene una impresión de huella digital; se subieron a las motos BMW de Tráfico y curiosearon por el furgón de atestados; hicieron sonar las sirenas de los coches patrulla de Seguridad Ciudadana; se probaron el material antidisturbios y observaron los trajes de los artificieros. El Seprona fue uno de los expositores más visitados y la visita se completó con el visionado de un vídeo.

Sin embargo, la estrella de la mañana fue Dylan, un perro labrador adiestrado en la detección de sustancias estupefacientes. En una carpa instalada en el patio demostró su capacidad de encontrar droga escondida en distintas bolsas ante la admiración de los chicos, que no dudaron en acariciar a este especialista canino una vez que acabó su trabajo.