El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, avanzó ayer que en un año y medio podría colocarse la primera piedra de la nueva comisaría con la que contará la Policía Nacional en la prolongación de la avenida de Manolete, lo que sitúa el inicio de la obra en el verano del año 2019.

Nieto realizó estas estimaciones en la Subdelegación del Gobierno, después de firmar el protocolo para la cesión de terrenos con el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Pedro García, en un acto al que asistieron la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, y el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado. A estas nuevas instalaciones policiales en Poniente se sumarán las de Levante, que se construirán en la calle Periodista Justo Urrutia (en el entorno de la plaza de El Moreal). A su juicio, el acuerdo alcanzado «resuelve el problema de seguridad de Córdoba».

Acerca de los plazos para la materialización de estos proyectos, Nieto concretó que serán necesarios seis meses para licitar la redacción de la iniciativa, otro tanto para su elaboración y otro semestre para adjudicar la obra. Además, detalló que el tiempo de construcción puede oscilar entre dos y tres años. El motivo por el que las instalaciones de Poniente comenzarán a levantarse en primer lugar es porque Urbanismo todavía tiene que realizar una segregación en el solar de Levante. De este modo, las obras se desarrollarán de forma sucesiva y mientras que se ejecutan permanecerá activa la comisaría ubicada en la actualidad en Campo Madre de Dios.

El también exalcalde de la ciudad describió las dos parcelas como «las grandes soluciones a ese gran problema que teníamos en Córdoba con el equipamiento de la Policía Nacional». En este sentido, admitió que «los agentes del Cuerpo Nacional de Policía están trabajando en unas condiciones que no son, ni mucho menos, las óptimas desde hace bastante tiempo».

En cuanto al coste de las nuevas instalaciones, indicó que se situará en torno a 12 millones de euros. También precisó que, recientemente, «hemos resuelto otro problema», ya que en el 2017 se presupuestó una partida de 600.000 euros para la redacción del proyecto y «hemos conseguido la autorización de Hacienda para reprogramarla al ejercicio 2018», por lo que «no habrá ningún parón en ese sentido». Así, añadió que «solo nos queda culminar la cesión demanial que el Ayuntamiento realiza a través de este protocolo» y confió en que las dos actuaciones puedan ser licitadas a lo largo de este año, teniendo en cuenta que la citada cantidad incluida en los presupuestos es «ampliable».

Por otra parte, el convenio de colaboración suscrito ayer contempla la reversión al Consistorio de los suelos de las comisarías de Campo Madre de Dios y de Parque Figueroa, y este tendrá que determinar el uso del terreno. Preguntada por esta cuestión, Isabel Ambrosio comentó que todavía no se ha decidido la nueva función y destacó que «las necesidades en cuanto a equipamientos en cada uno de los distritos son amplias, lo estudiaremos con tranquilidad». La regidora municipal avanzó que con las nuevas instalaciones «los cordobeses recibirán un mejor servicio en materia de seguridad por parte de la Policía Nacional» y coincidió en afirmar que las condiciones de trabajo de este cuerpo «no son las más adecuadas».

CAMBIO DEL CALLEJERO / En otro orden de cosas, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, fue consultado ayer por el cambio de nombre que se ha planteado en algunas calles de Córdoba, como la céntrica Cruz Conde, para la aplicación de la ley andaluza de Memoria Democrática. Nieto avanzó que «creo que imperará el sentido común y confío en que lo haga», comentando, no obstante, que «yo tengo mis propios conflictos, que no son pocos, y no quiero abrir más frentes, sino desear que haya entendimiento y que pronto no tengamos más polémicas».

De este modo, el exalcalde popular opinó que «esta es una ciudad donde la polémica es algo muy recurrente y que hace demasiado daño», por lo que manifestó que «espero que no se abran más de las absolutamente imprescindibles».