Si Pablo Iglesias e Íñigo Errejón fueran un limón y una naranja, los podemitas de Córdoba harían un zumo con los dos en lugar de decantarse por uno u otro. La provincia de Córdoba, donde la corriente anticapitalista siempre fue más fuerte que la errejonista y la pablista, acudirá este fin de semana al congreso de Podemos como sector «independendiente», afirma David Moscoso, parlamentario andaluz por Córdoba de este partido, pese a que en la lista de Pablo Iglesias aparezca como número siete el cordobés de adopción Manuel Monereo. Moscoso, que asiste atento al duelo mediático entre Iglesias y su hasta ahora mano derecha, cree que la sangre no llegará al río y que el congreso se saldará convirtiendo a Pablo Iglesias en secretario general de Podemos. Su único rival, ya que Errejón no aspira al cargo, es Juan Manuel Moreno Yagüe, de la candidatura Ideas para ganar, una de las cinco propuestas políticas y de organización presentadas como opción de futuro.

Moscoso recalca «lo que se cuestiona en este congreso no es el liderazgo de Pablo Iglesias, que no compite en la secretaría general con Íñigo Errejón, sino definir qué y cómo queremos que Podemos sea a partir de ahora». En torno a esa idea, los asistentes al congreso plantearán varios documentos con puntos en discusión como «la federalización de la organización, que descentralizaría el partido y daría más poder a los territorios; cómo debe ser la relación de Podemos e IU, algo en lo que Errejón e Iglesias tienen visiones totalmente opuestas, o la definición de la estructura de partido, ya sea para convertirse en algo parecido a un partido tradicional o lo que ellos denominan «un partido en movimiento, con un pie en la calle», como defienden los anticapitalistas que lideran los andaluces Teresa Rodríguez o José María González Kichi.

La posición de la mayoría de los inscritos de Podemos en Córdoba, horas antes del inicio del congreso Vistalegre II, es que pese al «aparente clima de tensión que se refleja en los medios» no habrá rupturas «porque la mayoría de los que trabajamos en Podemos no estamos en conflicto». Moscoso tampoco ve probable que Pablo Iglesias dimita en el caso de que su documento Podemos para todos no sea el más votado. Confían en que el resultado de las votaciones sea «muy equilibrado» entre errejonistas y pablistas y que se alcance un documento híbrido que contenga las visiones mayoritarias en cada uno de los puntos en liza.