Arroz y vinos jóvenes de la denominación de origen Montilla-Moriles fueron ayer solo dos de los ingredientes de la Fiesta de la Vendimia, que fue organizada por la Taberna la Montillana en la plaza de las Tendillas, en colaboración con el consejo regulador de este distintivo de calidad y con el apoyo de las bodegas Toro Albalá, Pérez Barquero y Los Raigones.

En su sexta edición, este evento ha pasado de la pisada de uva celebrada en años anteriores con un carácter más institucional, a una actividad con un taller -impartido por el venenciador Rafael Fernández- y un concurso de venencia, y con degustaciones de arroz y de vinos que fueron muy bien acogidas por los asistentes, entre quienes hicieron cola cordobeses y turistas. De este modo, el gerente del establecimiento organizador, Rafael Gavilán, informó de que varios centenares de personas tomaron caldos de Montilla-Moriles y el certamen contó con la participación de 15 niños. Finalmente lo ganaron las pequeñas María, Cristina, Celia y Paula, que recibieron una venencia como premio.

Rafael Gavilán señaló que «todavía cuesta» que se consuman los caldos de Montilla-Moriles en Córdoba, por lo que la actividad celebrada ayer «es un suma y sigue, hay que hacer muchas más cosas». No obstante, indicó que «en los restaurantes y las tabernas de Córdoba, cada vez se le está dando más importancia a nuestros vinos».

De otro lado, el gerente de la denominación de origen Montilla-Moriles, Enrique Garrido, apuntó el objetivo de «implicar a la juventud en el conocimiento de estos productos y que sea un momento de alegría el hecho de que ya estamos terminando la vendimia».