Rosario Alarcón y Adolfo Molina encararon ayer la recta final hacia la presidencia del PP y, en el último día de campaña de las primarias, antes de que mañana decidan los 2.105 afiliados inscritos para participar en el proceso, ambos candidatos realizaron ayer por la mañana sendos actos con una hora de diferencia. Los dos parlamentarios andaluces mostraron su «ilusión» por presidir el partido en Córdoba, tras ser apartado José Antonio Nieto del cargo por ser incompatible con el de secretario de Estado de Seguridad que actualmente ostenta, y ambos apelaron a un partido unido, pero la tensión entre los dos sectores en disputa es manifiesta y, ante ciertas acusaciones de Alarcón, ayer la Comisión Organizadora tuvo que emitir incluso un comunicado. Mañana, los afiliados inscritos como electores podrán mostrar su apoyo directo a uno u a otro, aparte de elegir a los 532 compromisarios para el congreso del 3 de junio.

Rosario Alarcón se dirigió a los medios de comunicación sola, en la sede del PP, donde manifestó que «a pesar de los obstáculos que he encontrado en el camino ha merecido la pena presentarse a estas elecciones» para dirigir al PP de Córdoba con la única ambición de «trabajar unidos para tener un partido fuerte y con mejores resultados».

La parlamentaria andaluza lamentó que a menos de 24 horas de que terminase la campaña de primarias «no se me han facilitado los teléfonos de los 2.105 afiliados que van a votar», a los que quiere llamar personalmente para comunicarles su proyecto. Otra de las dificultades encontradas, dijo, es que «hemos pedido por escrito una urna para votar en cada municipio y no va a haberla, lo que dificulta ir a votar a algunos».

Alarcón manifestó que «no hay color entre ser la candidata del aparato a ser la candidata de la gente, de los pueblos, que es con lo que me quedo». La candidata del sector crítico señaló que «si yo soy presidenta del PP de Córdoba no voy a decepcionar a nadie que haya depositado su confianza en mí y voy a luchar por conseguir la presidencia de la Junta para Juanma Moreno». Alarcón explicó que su candidatura presenta un programa de diez puntos, entre los que destacó la «unidad» y ser «un partido a pie de calle y cercano»; el utilizar «el mérito, el esfuerzo y la libre competencia de las personas» a la hora de confeccionar listas y puestos orgánicos y de gobierno; «transparencia, autocrítica y comunicación interna» frente al «partidismo y parcialidad», y garantizar la máxima participación de los afiliados, aparte de la «coordinación institucional para ser más eficaces».

Alarcón insistió también en la importancia de los jóvenes que «queremos que estén presentes en todas las instituciones».

Por su parte, Adolfo Molina, actual número 2 del partido, realizó ayer un último encuentro con militantes y afiliados en la terraza del hotel Eurostars, al que asistieron cerca de un centenar de personas, entre ellas casi todos los cargos públicos del partido, y el todavía presidente provincial, José Antonio Nieto, que no quiso hacer declaraciones.Molina manifestó que el congreso del 3 de junio va a ser «el más participativo en el PP de Córdoba» y dijo sentirse «muy orgulloso de los afiliados, por el compromiso que tienen con el partido y las ganas y el apoyo que he sentido en estos días», donde ha visitado muchas juntas locales y barrios. «Configuramos un proyecto de partido en positivo, con un Partido Popular fuerte, que tiene que aprovechar lo bueno que se ha hecho con la presidencia de Nieto, con el que ha llegado a cotas inimaginables, como cuando se logró el gobierno de la Diputación, y que hoy seamos el partido preferido por la mayoría de los cordobeses», dijo. En su opinión, «tenemos que coger esta buena base y ahora cambiar cosas que hay que mejorar para llevar el partido a retos más altos, como recuperar la Diputación, ganar en más municipios y tener un partido fuerte y unido».

El parlamentario andaluz dijo que aporta su experiencia como secretario general con Nieto como presidente y «mi experiencia como presidente de un pueblo, Cabra, donde hemos hecho un partido muy vivo». Por eso, piensa que «puedo darle mi estilo a la presidencia provincial, confío en que el lunes los electores voten masivamente y espero contar, como hasta ahora, con una mayoría de votos que vengan a este proyecto de ilusión». Respecto a las quejas de Alarcón, dijo que «ponen en duda la neutralidad que ha mostrado la comisión organizadora, y no se corresponden con la realidad», pues le «consta» que han llamado a electores.