El mirador de Osario Romano estará terminado en un mes o mes y medio. Esos son los plazos dados esta mañana por la responsable del área de Infraestructuras, Amparo Pernichi, en una visita a este espacio del distrito Sur en la que ha estado acompañada por el primer teniente de alcalde y delegado de Turismo, Pedro García, y del concejal de Servicios Sociales, Juan Hidalgo. Según los datos facilitados por Amparo Pernichi las obras tienen un grado de ejecución del 70%.

El proyecto, incluido en el plan Mi barrio es Córdoba del 2016, "cose dos partes del barrio, la alta y la baja, e integra al centro de mayores", ubicado justo al lado del mirador, que hasta el inicio de la obra "era una escombrera y los muros estaban derruidos". Pernichi ha destacado que el proyecto ha sido consensuado con la asociación de vecinos y con el consejo de distrito Sur, cuyo presidente, Antonio de la Rosa, ha recordado que el mirador "es una vieja reivindicación de la zona, desde hace dieciséis o diecisiete años". De la Rosa ha indicado que era una "zona degradada, el sur del sur", a pesar de tener "una de las vistas más bonitas de la ciudad que había que recuperar".

Una vez habilitado el mirador, tanto el consejo de distrito como el Ayuntamiento tienen el reto de promocionarlo para que cordobeses y visitantes disfruten de sus vistas. En este sentido, Pedro García, asegura que se intentará crear una ruta que incluya el mirador. García ha señalado que otras ciudades ofrecen rutas con espacios atractivos para ser fotografiados y Córdoba "tiene más sitios más allá de la Judería y de la Mezquita". Además de la revitalización de la Axerquía Norte, que es un reto de Turismo, el Ayuntamiento quiere priorizar la llegada de visitantes a este mirador.

Cerca de Osario Romano sigue paralizada la obra de la antigua Magisterio, respecto a la que Pedro García ha explicado que no hay novedades. Urbanismo espera llegar a un acuerdo con la empresa, para lo que no hay plazos, según indica su presidente. El organismo está en la fase de "concretar y ver si rescindir el contrato, o de llegar a un acuerdo con la empresa para que acabe las obras pendientes". "Es una pena que un tema de seguridad no permita recepcionar la obra", asegura.

Por su parte, el presidente del consejo de distrito Sur señala que el edificio se usará para actividades que revitalicen el barrio.