Los hijos, la dependencia económica, el miedo... Tras el silencio de las víctimas de maltrato siempre aparecen los mismos factores. Mientras tanto, desde todas las instituciones y organismos implicados en la lucha contra la violencia de género se insiste en que hay que denunciar porque solo así se puede proteger. Pero el muro es difícil de derribar para las mujeres que la sufren.

"Me insultaba casi a diario y me golpeaba dos veces por semana", declaró ayer en un juicio una mujer. Lo hizo detrás de una mampara para no ver al que fuera su marido durante 24 años, que estaba sentado en el banquillo acusado de los delitos de lesiones, violencia habitual y maltrato a los que, supuestamente, la sometió. El ministerio fiscal sostiene que durante 15 años de esa relación la amenazó, insultó, vejó y golpeó. Entre otros episodios, relata en su escrito que la obligó a comer en una mesa diferente a los demás miembros de la familia, que en una ocasión le partió un palo de cepillo en la espalda y que en otra le dio puñetazos y tirones de pelo. Incluso no le dejaba ver a su familia porque "para él todo el mundo era malo", según dijo la mujer. Aunque lo que más le dolía, añadió, es que les "prohibiera a mis hijos que me llamaran mamá".

Pero si todo esto duraba 15 años, ¿por qué no lo denunció antes?, le preguntó la defensa del acusado. "Por miedo", reconoció la supuesta víctima. Y añadió: "Sin trabajo y con tres niños te preguntas dónde te metes". De ahí el silencio.

La versión que ofreció el hombre en el juicio fue otra muy diferente. Lo negó todo, aseguró que "la he querido siempre" y declaró que, si acaso, "hemos tenido discusiones como todas las parejas", pero "no la he golpeado ni la he insultado" nunca. Es más, "ella es la que me ha dicho de todo", sostuvo el acusado. Pero entonces, ¿por qué lo ha denunciado? "Por celos", declaró el hombre. Según su relato, la mujer no quería que siguiera vendiendo de cara al público porque trataba con mujeres y no le gustaba. "Me dijo que me iba a arrepentir toda la vida si lo seguía haciendo", aseguró.

El ministerio fiscal pide para el acusado penas que suman cuatro años y seis meses de prisión, así como nueve años de prohibición de comunicarse y aproximarse a la mujer.