La joven árbitra cordobesa María José Villegas Navas debutará el domingo 24 de septiembre, en la ciudad deportiva Andrés Iniesta de Albacete, en el partido de Primera División femenina, que enfrentará al F. Albacete con el Madrid CFF. Será la primera colegiada de fútbol cordobesa que pite un partido en la máxima categoria de fútbol femenino español, en la recién estrenada Liga Iberdrola, competición en la que todos los partidos serán arbitrados únicamente por mujeres. Villegas, que ha arbitrado en los últimos tres años cientos de partidos de fútbol, desde que se estrenó con un encuentro en el colegio El Carmen, ejerce como árbitro principal en partidos de División de Honor Masculina, Segunda División femenina y fútbol base. Y en junio fue elegida por el Comité Técnico de Árbitros para dar el salto, con solo 26 años, a la Primera División femenina, labor que va a compartir con otras 19 colegiadas españolas. También participa como asistente (juez de línea) en partidos de Tercera División masculina. A María José le gustaría que pronto alguna mujer pite en España un partido de Primera División masculina, algo que acaba de lograr por primera vez una colegiada en la Bundenliga alemana, pero que no es posible en territorio español. Se están dando avances hacia la igualdad en el fútbol, un mundo en el que esta cordobesa camina paso a paso, con el deseo de disfrutar del momento especial que vivirá el próximo domingo.

-¿Cómo afronta este debut en la Primera División femenina?

-Mi debut en Primera División lo encaro con muchas ganas, pero a la vez con un pellizco de nervios, porque ahora cada partido cuenta mucho más. Tengo que estar más concentrada, si cabe, durante los 90 minutos para hacerlo lo mejor posible.

-¿Su afición por el fútbol empezó en la etapa escolar o en casa?

-Mi padre jugaba de joven al fútbol de forma aficionada. Desde pequeña me gustaban todos los deportes, sobre todo el fútbol, pues aunque no era la más habilidosa, me atraía ver los partidos. En el colegio Calasancio, donde estudié jugué al fútbol sala, al tenis o al baloncesto. Por eso, he estudiado Educación Física y también decidí probar con el arbitraje, ya que desde las categorías inferiores por las que se empieza a pitar iba a poder inculcar los valores positivos del deporte.

-¿Cómo se aísla de la presión que soportan en el campo?

-Al principio existe más presión porque se cometen un mayor número de errores. Te enfrentas a los primeros partidos un poco nerviosa y es normal pasarlo mal. Pero en cada partido se logran mejoras y te van elogiando, lo cual ayuda mucho. Con independencia de eso hay que centrarse en el partido. En el primer encuentro que arbitré, de fútbol 7, estaba muy nerviosa, aunque era fácil porque los jugadores de esa edad son niños muy nobles. En función de los partidos que vas acumulando como árbitro, y de que pasas unas pruebas teóricas y físicas, vas dirigiendo partidos de más nivel teniendo en cuenta una clasificación.

-¿Y cómo encara los insultos que los árbitros suelen recibir?

-Es mejor pensar que pobrecito el que insulta, mejor que pobrecita yo, porque esa persona ya está demostrando cómo es. Hay personas que cuando están en el fútbol se les activa un resorte que rápidamente salta e, incluso, los mismos delegados de campo que te tratan cordialmente antes del partido a veces actúan luego de otra forma. Los niños ven esos ejemplos y es una pena. A algún menor le he escuchado mandar callar a su padre o madre. En Córdoba existe el programa de juego limpio. Si alguien del público emite comentarios racistas o discriminatorios se le da un aviso y si persiste se registra en acta, lo que conlleva una sanción económica. Cuando a las personas les tocan el bolsillo parece que responden. Aún así, los árbitros tratamos de tener mano izquierda y dar varias oportunidades para no parar demasiado los partidos. Pero a veces debemos reflejar nuestra impronta y decir «basta».

-Aunque se conocen más esas anécdotas negativas, ¿qué valores positivos percibe en los campos de fútbol?

-Hay gestos muy bonitos y se inculcan valores muy positivos en este deporte, de animar al compañero cuando falla o también de elogiarlo cuando hace algo bien. Cuando veo anotar un gol bonito se me llega a poner hasta el vello de punta.

-¿De quién ha aprendido más en este oficio?

-De compañeros como José Luis Munuera Montero, que, aunque es de Jaén, pertenece al colegio cordobés y es árbitro en Primera División, o de José Matías Caballero, que es asistente también en la máxima categoría.

-La Primera División Femenina está siendo arbitrada esta temporada, por primera vez, por mujeres. ¿Cómo valora esto?

-La Liga Iberdrola empezó el 3 de septiembre, de forma independiente de la masculina. Se quiere impulsar el fútbol femenino y que las mujeres podamos llegar a la máxima categoría. Esta semana ha habido un parón porque jugaba la selección y vuelve el próximo fin de semana. Tres de los 16 equipos de esta liga son andaluces, Sevilla, Betis y Sporting de Huelva, a los que no puedo arbitrar por ser de mi comunidad. La Liga Iberdrola ha sido una apuesta de la árbitra española Marisa Villa, que es la máxima representante del fútbol femenino. Desde hace un par de años comenzó a impulsar este proyecto y a transmitirnos el objetivo de que arbitrásemos en Primera División. Al final de temporada se verá si puedo continuar arbitrando en Primera División y si he valido para esta responsabilidad, ya que solo hay 20 plazas. Por eso tengo que hacerlo lo mejor posible en cada partido.

-¿Qué le parece que pueda implantarse el videoarbitraje?

-Lo he visto de prueba en categorías inferiores y ha permitido detectar agresiones o conductas violentas que han podido pasar desapercibidas. Pero veo mejor que se use en ocasiones puntuales, porque en parte hace que se pierda la esencia del fútbol.

-¿Percibe igualdad cuando trabaja junto a colegas masculinos?

-Sí. En mi caso particular no he notado discriminación alguna.

-¿Cuenta Córdoba con alguna escuela de fútbol femenina?

-Va a empezar a funcionar ahora el Club Piconeras, que está siendo apoyado por el delegado provincial del Colegio de Árbitros, Pedro Benítez, y por José Matías y Alba Lora. El club, que persigue abarcar todas las categorías, tendrá sus instalaciones en el campo del Parque Cruz Conde.

-¿Se puede vivir con el sueldo de árbitra?

-Nos pagan los viajes, las dietas y derechos arbitrales, pero como este trabajo depende de la condición física y de que las lesiones te respeten no garantiza un salario fijo, por lo que hay que tener un trabajo que te aporte un sueldo estable y esto sería un extra.

-¿Cómo se prepara para estar en buena condición física?

-Estoy dos días en semana con Cristóbal Fuentes, que es también preparador del Córdoba CF y de los árbitros cordobeses, y lo completo con musculación.

-¿Qué profesión le gustaría desarrollar al margen del arbitraje?

-Me atrae la gestión deportiva y también, como he estudiado Magisterio por inglés, me siento capacitada para trabajar en una academia, para poder compaginarlo con el arbitraje.

-De unos 15.000 árbitros que existen en España, menos de 500 son mujeres, un 3% del total. ¿Cuántas árbitras están colegiadas en Córdoba?

-Cuando empecé éramos solo cuatro y ya somos más de diez. Estoy muy contenta con el Colegio de Árbitros cordobés. Han confiado en que lo voy a hacer bien. Su respaldo ha sido fundamental para que debute en Primera División.

-¿Y cuenta también con el respaldo de su familia?

-Mi familia está muy contenta y orgullosa, aunque mis padres sufren la normal preocupación de que esté continuamente viajando o entrenando.

-¿Qué jugadores de fútbol cree que están destacando actualmente en España?

-Me gustan mucho como juegan Asensio e Isco, aunque como árbitra soy imparcial. También asisto como público a algunos partidos del Córdoba CF.

-¿Qué le parece que interese mucho más el peinado de los futbolistas o si tienen novia frente a que un equipo femenino haya ganado algún campeonato?

-Asistí a un curso sobre el lenguaje sexista en el deporte, donde se analizaban informaciones sobre mujeres que eran conocidas por ser la novia de tal jugador y no por ellas mismas, como si fueran objetos. O noticias con titulares sobre un jugador que «lloraba como una niña» por haber hecho un mal partido. Son expresiones que deben desaparecer.