Una estudiante de 17 años de edad del Instituto de Educación Secundaria El Tablero denunció ayer ante la Policía Nacional la agresión sufrida por parte de otro alumno en este centro. Fuentes próximas a la menor informaron de que le habrían dado varios puñetazos y acudió al hospital Reina Sofía para recibir atención médica, y detallaron que tiene la mano rota y también contusiones en la cara.

Desde el entorno familiar indicaron que el presunto agresor es un estudiante de un ciclo formativo distinto al de la víctima. En referencia a lo sucedido, comentaron que desde hace una semana se habían intensificado las agresiones físicas y verbales a la joven, y hace tres días tuvieron un conflicto más importante, discutiendo a la salida del instituto, cuando ella decidió encararse con él porque recibía insultos y patadas, y «le chuleaba».

Sin embargo, ayer le propuso pelear cuando abandonaran el centro y «ha venido preparado con un anillo grande», indicaron. Al acabar las clases, sobre las 14.40 horas, la joven y el presunto agresor se encontraron en el porche y fueron rodeados por un corro de estudiantes. Cuando un profesor consiguió separarlos, el compañero le habría propinado «tres o cuatro puñetazos». Las mismas voces señalaron que la víctima no habría herido al otro chaval, que, según trascendió después de la pelea, sería mayor de edad y estaría siendo atendido en un centro de protección de menores. También apuntaron que la alumna había alertado de lo que le estaba sucediendo a su tutora.

La familia de la menor confirmó que hasta el lugar se habían desplazado agentes de las policías Local y Nacional, que estuvieron recogiendo testimonios sobre lo sucedido. Además de esto, indicó que varios jóvenes grabaron lo ocurrido con sus teléfonos móviles, por lo que piensan que la agresión podría haber sido planeada después del altercado de los últimos días.

En cuanto a lo que podría suceder próximamente, estas fuentes recordaron que la joven todavía tiene que asistir a sus clases durante dos trimestres más este curso y entienden que «lo primordial es que se ponga una orden de alejamiento» al supuesto agresor.