Jesús Padilla es amante de la investigación. De hecho, hasta su reciente jubilación, ha sido catedrático de Historia en un instituto de Córdoba y es autor de numerosas publicaciones Desde hace tiempo es presidente de la Asociación de Vecinos Torre Malmuerta, creada a principios de los 80, un colectivo en el que ha encontrado la horma de su zapato.

La asociación, que tiene su sede en la Torre Malmuerta, ha presentado ya cuatro obras de Padilla sobre el barrio, que pretenden recuperar, como él mismo subraya, parte de la «memoria histórica» de esta zona de Córdoba. Y ya tiene casi listo un nuevo libro porque una de las «preocupaciones» del colectivo» es «cuidar el patrimonio monumental de nuestra zona, que es impresionante».

La iniciativa de la asociación ha hecho posible, por ejemplo, que el Palacio de la Merced se declarara BIC, la restauración de la chimenea de la Plaza del Olivo, o la conservación de la pequeña capilla del Cristo del Pretorio, que cuida este colectivo.

«Nosotros hacemos reivindicaciones, pero siempre presentamos propuestas», destaca. Propuestas como avanzar en la modernización de un barrio que hoy es «el corazón» de Córdoba, porque lo que ocurre aquí «afecta a toda la ciudad». Y para muestra, el Plan Renfe. Las ideas que aportaron al proyecto obligaron a modificar el PGOU. Han pasado algunos años, pero aún siguen luchando por «la articulación urbanística y por hacer la ciudad más humana».