La aspiración del conjunto arqueológico de Medina Azahara a convertirse en Patrimonio de la Humanidad comienza esta semana la primera parte de su cuenta atrás: conseguir que la candidatura sea la que el Estado español eleve a la Unesco en enero del 2017 para ser evaluada en París en el 2018. Para ello será vital el informe que se desprenda de la reunión del Grupo de Trabajo sobre Patrimonio Mundial, que tendrá lugar mañana en Madrid, cuya resolución se utilizará como referencia en la sesión del Consejo del Patrimonio Histórico Español, quien finalmente tomará la decisión. Esa reunión tendrá lugar en Córdoba los días 10 y 11 de marzo y tan solo será evaluada la candidatura de Medina de Azahara, ya que no hay más aspirantes españolas a ese título para el 2018, lo que no significa que el órgano dé luz verde a la candidatura cordobesa.

Precisamente, para aprobar ese examen, la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha trabajado mucho tiempo en el Formulario de presentación de la Lista Representativa, en el que han volcado su experiencia en patrimonio muchos expertos y comenzará a ser examinado mañana por el Grupo de Trabajo sobre Patrimonio Mundial, además de la reciente celebración de un congreso internacional sobre el yacimiento arqueológico cordobés, cuyas conclusiones han supuesto un gran impulso a la aspiración de Medina Azahara a ser Patrimonio Mundial, lo que sumaría un nuevo título de la Unesco para Córdoba, una ciudad que ya tiene protegido su casco histórico, la Mezquita Catedral y la Fiesta de los Patios.

Un exhaustivo documento de defensa

La defensa de la candidatura de Medina Azahara se ha realizado a través de un documento, el Formulario de presentación de la Lista Representativa, elaborado por el arquitecto experto en patrimonio Jose Ramón Menéndez de Luarca, en el que se describe minuciosamente el yacimiento (organización de la ciudad, arquitectura y decoración, contexto territorial, sus componentes, su emplazamiento y la relación con Córdoba), mostrando especial atención al paisaje y el uso de los recursos naturales. La historia y evolución de la ciudad califal ocupa un amplio apartado del informe, desde su fundación hasta las primeras excavaciones a principios del siglo XX, así como sus distintas etapas de intervención y recuperación y sus planes de protección. La gestión del bien, tanto en la actualidad como en el futuro, y las medidas de protección necesarias componen otro capítulo del documento, además de propuestas concretas para el desarrollo futuro de Medina Azahara si finalmente formara parte de los bienes protegidos por la Unesco.

¿Por qué puede aspirar al título?

Según se desprende del Formulario de presentación de la Lista Representativa, "la universalidad de valor cultural del sitio se ve acrecentada por su excepcionalidad al tratarse del único ejemplo conservado de una ciudad de esas características dentro del ámbito europeo y aún de ese periodo histórico en el conjunto de la cultura islámica". También se destaca que el ocultamiento del sitio durante casi un milenio ha permitido su mantenimiento inalterado y el proceso de recuperación a través de su excavación y protección se ha continuado a lo largo un siglo promovido por las instituciones públicas, encargadas también de su promoción y protección. El informe que defiende la candidatura asegura que el yacimiento aporta un testimonio excepcional de la desaparecida civilización islámica andalusí y constituye un ejemplo único de su época más floreciente, desarrollada hace más de un milenio, lo que la convierten en un objeto único de investigación histórica sobre ese periodo. "La ciudad califal de Medina Azahara es un ejemplo eminentemente representativo del urbanismo, la tecnología de las infraestructuras urbanas, la arquitectura, la decoración y la adaptación del paisaje, que ilustra el significativo periodo del siglo X, cuando en el extremo occidente islámico se proclama el califato omeya de Córdoba. El bien se ha preservado de manera excepcional en todas las escalas: las redes territoriales de infraestructuras, la ordenación urbana, los edificios y la decoración, ofreciendo en todas ellas ejemplos de valor universal", continúa el documento, que también destaca que el bien constituye un caso ejemplar y excepcional de integración urbana y paisaje.

Un cambio en el modelo de gestión

El informe refleja la intención de la Junta de Andalucía de redimensionar la gestión del conjunto arqueológico para permitir una evolución "necesaria y fundamental en la dotación de recursos humanos y económicos, así como la adopción de nuevos paradigmas de administración más participativos y coordinados". En este sentido, y como refleja el documento, se hace hincapié en que sería necesaria una actualización del Plan Especial de Protección, así como integrar en el patrimonio público el vértice del yacimiento de la ciudad que se encuentra en propiedad privada y otros caminos y zonas patrimoniales del ámbito. Según el informe de candidatura, el actual organismo presenta carencias básicas en cuanto a autonomía jurídica, recursos humanos y presupuestarios y la posibilidad de coordinación con otras administraciones u organismos, "por lo que sería fundamental dotarlo de un nuevo modelo de gestión, con formato de patronato, para hacer partícipes de la gestión tanto a grupos de interés como a otras administraciones", aportándole una mayor autonomía. Esta intención aún tiene un largo recorrido, ya que la creación de un patronato es un proceso complejo que tendría que aprobar el Consejo de Gobierno, previos informes sectoriales de otras consejerías como Hacienda, además del visto bueno de los servicios jurídicos. Por otro lado, este nuevo modelo requeriría de una actualización de la relación de puestos de trabajo y facilitaría diversificar la financiación, posibilitando que se cobrara la entrada al sitio.

Un considerable aumento de visitantes

El aumento del turismo suele ser una de las consecuencias más inmediatas tras la declaración de un bien como Patrimonio de la Humanidad, algo que en el caso del conjunto arqueológico de Medina Azahara no afectaría de manera agresiva, como ya declaró durante el congreso internacional celebrado la pasada semana el arquitecto José Ramón Menéndez de Luarca. Según el documento, debido a la extensa área del yacimiento y al control de afluencia de las visitas, la actividad turística no supone una amenaza significativa para su conservación. Con respecto a las previsiones de incremento de visitantes en el futuro como consecuencia de la declaración, el informe señala que "el hecho de contar con un yacimiento en expansión, con la consecuente y previsible progresión en la apertura de nuevos espacios visitables (reapertura del Salón Rico y Jardín Alto, Patio de los Pilares, Vivienda de la Alberca, Habitaciones Anejas, etcétera) y el proyecto de conexión peatonal entre el Museo y el yacimiento, facilitaría que el aumento de visitantes fuera parejo al aumento del área visitable, lo que permitiría mantener unos niveles de carga similares a los actuales". Según señala el documento, existe un precedente --la exposición El esplendor de los omeyas cordobeses -- que evidencia que Medina Azahara puede acoger, sin excesivos problemas, un aumento considerable de visitantes al recinto.

Diversificar la oferta, otra vía de trabajo

Otro factor a tener en cuenta, y que revela el potencial para asumir un futurible incremento de visitantes, es la posibilidad de poder diversificar la oferta de la visita al sitio mediante la puesta en valor de los distintos núcleos patrimoniales incluidos en la zona de amortiguamiento de la propuesta y que tienen una vinculación paisajística e histórica evidente con la ciudad califal. Se trata de uno de los principales proyectos de futuro del sitio: la recuperación de los caminos históricos, la señalización de itinerarios y la activación de esos recursos patrimoniales (Canteras de Santa Ana de la Albaida, almunia de al-Rummaniyya, Puente-acueducto de Valdepuentes, Monasterio de San Jerónimo, etcétera), que podrían ser visitados de manera singular o complementaria a la visita a Medina Azahara.

Promoción y difusión del yacimiento

La apertura del centro de recepción de visitantes y el nuevo museo implicó un cambio radical en la organización de la visita al conjunto arqueológico, convirtiéndose en la infraestructura que sirve para recibir al público y explicarle qué es Medina Azahara. En la actualidad se está trabajando en dotar al yacimiento de un sistema de iluminación nocturna, que permitirá ampliar el horario de visita y ofrecer actividades especiales tras el atardecer, fundamentalmente durante el período estival. Al margen de esta infraestructura, el yacimiento planifica anualmente un programa de difusión, diversificado y que atiende a los distintos perfiles de visitantes en el que destacan los recorridos temáticos, entre otras actividades.

El congreso, el impulso definitivo

La celebración del congreso internacional Medina Azahara y las ciudades califales patrimonio mundial ha supuesto un espaldarazo definitivo a la candidatura del yacimiento cordobés para convertirse en Patrimono de la Humanidad. La reunión de expertos, investigadores y estudiosos finalizó con un cierre de filas en torno a la carrera de este conjunto arqueológico por la obtención del título de la Unesco, concitando un apoyo unánime de los responsables de otras ciudades califales protegidas como Anjar (Líbano), Qusayr Amra (Jordania), Samarra (Iraq) y Kal'aa des Beni Hammad (Argelia). Los participantes abordaron temas como la conservación y protección, sirviendo el foro para compartir experiencias y reflexionar sobre los problemas y sus soluciones. Ahora solo queda esperar que la ciudad palatina supere la prueba de evaluación, demostrando que es un valor excepcional y universal digno de ser protegido por la Unesco.