No ha comenzado a fabricar, pero ya está haciendo pruebas para tener todo preparado cuando reciba la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Ha pasado casi un año desde que la empresa suiza Pharmex, a través de su filial española Pharmex Advanced Laboratories, firmara en Posadas las escrituras de compra de la industria farmacéutica instalada en Almodóvar. Si todo marcha según lo previsto, la firma espera comenzar a comercializar sus primeros productos a inicios del próximo año. Así lo indica Josep Ribalta, administrador de la empresa, que remarca que todo está preparado para recibir los permisos. «Hay trabajando ya 40 personas y otras 15 dependen de la empresa de manera indirecta», indica Ribalta.

Los pasos de la empresa

Desde la firma de las escrituras, Pharmex se ha centrado en poner a punto las instalaciones y la maquinaria, además de crear la estructura laboral con el objetivo de que la comercialización de los primeros productos se produzca en el 2018. «Ya tenemos director general, con 30 años de experiencia en la industria farmacéutica, y director financiero. Estamos produciendo distintos lotes y analizándolos para probar la maquinaria, a la espera de los permisos», explica Josep Ribalta. El plan estratégico de la empresa se mantiene. Se concentrarán en el mercado nacional, pero también buscarán extender su producción a otros países. «Confiamos que en el año 2020 empiece a dar beneficios la empresa. Hay 40 nóminas y ni una sola pastilla en venta hasta ahora», dice el administrador de la industria. Asimismo, la compañia, tras la autorización de la Agencia de Medicamentos, prevé abrir los registros, adquirir nuevas licencias y poner en el mercado su fabricación bajo la marca Pharmex o como genérico. Ese plan estratégico contempla la distribución de productos destinados principalmente a farmacias, hospitales, clínicas y mayoristas. Para ello, cuenta ya con un importante volumen de clientes, así como con alianzas estratégicas con compañías del sector farmacéutico a nivel mundial. Entre sus proyectos se encuentra aumentar el portfolio de productos respecto al que tenía Laboratorios Pérez Giménez e incrementar la capacidad de producción de la planta. Esta reactivación traerá la contratación de más personal (una treintena en dos o tres meses).

Pharmex SA acumula una gran trayectoria en el sector al estar especializada en la distribución de productos farmacéuticos (inyectables, leche infantil, parafarmacia, nutrición y diagnóstico). Detrás se encuentra el grupo libio Al Sahl, que puso en marcha la sociedad Pharmex Advanced Laboratories SL para comprar los laboratorios cordobeses. En esta sociedad participan también Pinsos Ursa, que tiene su sede en Lérida, y Sesacor SL, ambas vinculadas al sector ganadero y que entraron con un 10% del accionariado.

La vía judicial

Mientras comienza a ver la luz la empresa, los problemas anteriores al concurso de acreedores siguen su tramitación. El dinero abonado por Pharmex aún no ha sido liberado y el proceso judicial que decidirá la responsabilidad penal de los antiguos gestores tendrá lugar en abril del próximo año. Sí se han cancelado ya todas las cargas pendientes durante este verano, por lo que los administradores concursales ya solicitaron al juzgado de lo Mercantil la liberación de los 9,5 millones. Hasta el momento no se ha producido la resolución judicial a esta solicitud. Asimismo, en el juzgado de instrucción número 3 de Posadas hay abiertas diligencias penales a raíz del informe de calificación del concurso contra algunos gestores de la farmacéutica.

La resolución del concurso de acreedores se dilató más de lo esperado e, incluso, estuvo cerca de provocar la venta en lotes de la planta cordobesa. Los problemas en la histórica farmacéutica, creadora de Calmante Vitaminado, se conocieron en julio del 2010, cuando un grupo de inversores, bajo el nombre de Tecris, adquirieron la empresa por un euro. Entonces se supo que la deuda superaba los 50 millones. La industria entró en concurso de acreedores en noviembre del 2011 y en abril del 2013 el juzgado de lo Mercantil decretó su liquidación. Después vinieron cuatro adjudicaciones: LPG Pharmula, la segunda y la tercera a Globalaeronautic y la cuarta fue la que dejó la empresa en manos de Pharmex.