Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la Unesco, aseguró ayer que «solo hay un criterio» para la designación de un conjunto como patrimonio de la humanidad, «el de la excepcionalidad», y en el caso del yacimiento de Medina Azahara, candidato a recibir el título en el 2018, «lo cumple y vale la pena solicitarlo». Mayor Zaragoza, que participó en la clausura de la primera Bienal Internacional sobre la Economía del Patrimonio, dijo en declaraciones a este periódico que, aunque la ciudad ya cuenta con igual reconocimiento para la Mezquita y el casco histórico, «cualquier aspecto que se añada a lo que ya está reconocido en Córdoba y sea excepcional se merece ser nombrado». Además, el exdirector general de la Unesco, bajo cuyo mandato se declaró el casco histórico de Córdoba patrimonio de la humanidad hace 22 años, señaló que la ciudad ha respondido «muy bien», y sobre la Mezquita en particular añadió que ha sabido conservar una «maravilla histórica». Al respecto, advirtió de que «cualquier actitud que impidiera el paradigma de Córdoba, que es la interculturalidad y la interreligiosidad, y cualquiera que tenga la tentación de apropiárselo se equivoca totalmente».

Por otra parte, Mayor Zaragoza destacó que Córdoba «representa la convivencia pacífica y es muy importante que estas lecciones del pasado sirvan para hoy en Córdoba, para hoy en España y para hoy en el mundo». En este sentido pidió a este que tome ejemplo de la Córdoba antigua por la convivencia cultural y la forma de preservar el legado patrimonial. Así, insistió en el ejemplo de la Mezquita-Catedral y en la convivencia de judíos, cristianos y árabes, que dejó un rico patrimonio histórico. Además, añadió que exportar este ejemplo «es apremiante», alertando sobre las islamofobia en Europa o el drama de los refugiados. «Estamos en un momento, al que se une la situación de brecha social, en el que podemos llegar a puntos de no retorno», advirtió. Por eso animó a los ciudadanos europeos a no permanecer como simples espectadores, sino a ser responsables y a alzar la voz».

CLAUSURA // La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, fue la encargada de clausurar la bienal, emplazando a todos los participantes y ciudades a la que se celebrará en el 2017 en la ciudad chilena de Valparaíso. La alcaldesa subrayó que esta bienal celebrada en Córdoba ha demostrado que es «un instrumento necesario para colocar al patrimonio en el escenario de la generación de empleo y riqueza y convertir a las ciudades que lo atesoran y cuidan como lugares de encuentro para el entendimiento y la superación de las diferencias entre los pueblos y culturas del mundo».

Ambrosio afirmó que esta primera bienal ha puesto de manifiesto «la importancia del patrimonio para la autoestima de las comunidades que lo han heredado y ahora comparten con todo el mundo, enriqueciendo sus ciudades y a sus gentes con la multiculturalidad de sus visitantes».

La bienal ha contado durante tres días con alcaldes y concejales de 50 ciudades de Europa, África, Asia y América, más de 250 inscripciones, representantes de ocho universidades y 18 institutos dedicadas a la conservación del patrimonio.