Como medida específica de seguridad, este plan especial abarca la colocación de vallado elástico (no rígido), que sirva de separación entre el público y la Cabalgata, en los tramos con mayor afluencia de público. Una medida que, según la delegada de Promoción de la Ciudad, «se ha ido aumentando año tras año». Del mismo modo, y también para velar por la seguridad de las personas que van en las carrozas, se establecerá un servicio de seguridad con un responsable por cada una de las carrozas, seis voluntarios de apoyo y dos auxiliares de seguridad por cada una. Además, se repetirá la prohibición habitual de lanzar caramelos en el tramo del Puente de San Rafael.