La creciente prórroga de convenios colectivos, la falta de representación empresarial en algunos sectores que impiden la negociación o el tiempo necesario para cerrar acuerdos en los convenios extinguidos que se están negociando han provocado que más de 81.000 trabajadores de la provincia se encuentren a la espera de cerrar un convenio colectivo y que solo 25.982 lo tengan actualizado. Esta cifra es la más baja en el último lustro, a pesar de que se contabiliza el mayor número de convenios en vigor (69) en un mes de abril de los últimos cinco ejercicios. Detrás de esta brusca caída (hace un año tenían convenio 122.697 trabajadores) se encuentra la extinción del marco colectivo de los trabajadores del campo, que ha comenzado ahora a negociarse, pero también otros importantes como el del metal o el de industrias del aceite. El convenio del campo es el que incluye a mayor número de personas en la provincia al afectar a 70.000 y 8.000 empresas. Por el contrario, están prorrogados los del comercio, industrias panificadoras, madera o el de industrias vinícolas. A final de año se extinguirán otros que tienen especial incidencia en Córdoba, como es el de hostelería, que afecta a 9.500 trabajadores y 4.600 empresas.

Precisamente, los sindicatos denuncian que uno de los grandes problemas de la negociación colectiva en Córdoba es la inaplicación de convenios y la necesidad de recuperar derechos perdidos y la caída salarial que se produjo durante la crisis económica. Por eso, tanto para CCOO como para UGT será clave la mejora de los sueldos y la inclusión de cláusulas de revisión salarial en los convenios que se están negociando. «En Córdoba tenemos un problema con las inaplicaciones de convenio, pero también con la prórroga porque no hay voluntad de desbloquearlos», indica Jaime Sarmiento, secretario de Acción Sindical de UGT Córdoba. «Es positivo escuchar las declaraciones de CECO en las que se reconoce que hay que ir recuperando poder adquisitivo, pero no estamos de acuerdo con los plazos que marcan», añade Sarmiento. Por eso, considera que «tenemos que empezar a movilizarnos, recuperar derechos y derogar la reforma laboral, porque se ha roto el equilibrio entre la parte social y empresarial cuando la negociación colectiva ha sido siempre una distribución de riqueza».

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Manuel Torres, estima que son claves la recuperación de los salarios, con un mínimo del 1,8% y máximo del 3%, que se actualizaría si hay desviación del IPC con la inclusión de la cláusula de revisión salarial. «Para nosotros es importante también la inclusión de planes de igualdad, formación y prevención de riesgos laborales», indicó. Por eso, confía en que la patronal «sea receptiva y aplique a los trabajadores la mejora de la situación de la economía y de las empresas». «El empresariado no se puede llevar todos los beneficios de la mejora económica y hay que volver a la situación anterior a la reforma laboral de Rajoy, para equilibrar la relación entre trabajadores y empresarios», añadió.