NACIO EN ESPEJO.

PUESTO ACTUAL EN LA UCO CATEDRATICO DE BIOTECNOLOGIA EN LA UCO, CONSEJERO DELEGADO DE LA CORPORACION DE EMPRESAS Y PRESIDENTE DE RABANALES 21.

Después de varios años retirado de la gestión en la Universidad de Córdoba, Manuel Pineda vuelve a un cargo de responsabilidad junto al equipo de José Carlos Gómez Villamandos para llevar el timón de dos buques insignias de la UCO que andan sobre tierras movedizas.

--Le han encomendado sacar a flote el parque tecnológico Rabanales 21 y hacer rentable la corporación empresarial. ¿Cómo afronta esta etapa?

--Con mucha responsabilidad por la confianza que han depositado en mí y con mucha ilusión. Estoy en el tercer acto de mi vida y este reto me apasiona y emociona.

--¿Responde su nombramiento a un compromiso previo del equipo rectoral al que usted apoyó durante la campaña?

--No pedí nada a cambio. Apoyé unas ideas y a unas personas en las que creía desde el máximo respeto a los colegas que configuraban la otra candidatura.

--¿Cómo ha encontrado las cuentas de la corporación?

--En sentido contable, rojo brillante. Y no desvelo secreto alguno, son cuentas públicas que se depositan en el Registro Mercantil y están en nuestra web.

--¿Qué medidas piensa tomar para mejorar la situación?

--Antes de mi nombramiento se adoptó una medida que supondrá una reducción significativa en gasto de personal. Ahora estoy analizando en profundidad la situación en la empresa matriz, la SAU, y creo que podemos hacerla más rentable.

--¿A qué medida se refiere?

--Al recorte en la remuneración de los grandes salarios. Hecho esto, debemos aumentar ingresos con nuevas actividades como la gestión de espacios y empresas privadas ligadas a la UCO o creación de nuevas empresas.

--¿Cobrará usted lo mismo que su predecesor en el cargo?

--No. Tendré mi sueldo como docente y un complemento cuyo importe aún desconozco.

--¿Hay nuevos proyectos empresariales en marcha?

--Varios, aunque destacaría uno que llega del campo de las humanidades que me parece genial. Se centrará en mejorar la comunicación e imagen corporativa de nuestras empresas y de otras a las que se ofrecerá este servicio. Creo que puede ser viable porque requiere una inversión mínima y hay personas muy solventes detrás.

--¿Qué necesita Rabanales 21 para consolidarse?

--Como proyecto, está consolidado. Para llenarse, que es otra cosa, necesita la implantación de empresas y entidades de conocimiento que lo conviertan en el espacio económico más activo de la provincia. En ello estamos.

--¿A qué se debieron los difíciles momentos económicos que atravesó Rabanales 21?

--Hemos encargado un análisis funcional a una empresa externa muy prestigiosa para entender bien lo ocurrido, pero sospecho que básicamente se debió a que el arranque fue algo más lento de lo esperable, no por dejadez o negligencia, sino porque las grandes cosas son lentas. Y también por el revés que la crisis ha dado a la economía en general y que ha ralentizado las implantación de sociedades.

--Para garantizar su futuro habrá que abonar pagos importantes. ¿Se podrán afrontar?

--Los inmediatos, me refiero a 2015 y 2016, están previstos y dotados contablemente gracias a los acuerdos de los socios para conferir estabilidad. Además, se está gestando un plan hasta 2025. Se ve luz, ya que la economía se está reactivando y con ella espero que también el atractivo del parque, estratégicamente situado y conectado para acoger nuevas iniciativas.

--¿Tiene sentido un parque tecnológico como Rabanales 21 en Córdoba hoy por hoy?

--Por supuesto, más que nunca. Córdoba debe dejar los puestos de cola en economía y Rabanales 21 debe ser un punto de encuentro generador de sinergias empresariales y empleo de calidad. La provincia tiene una dimensión apropiada y sus agentes de conocimiento gozan de una relevancia considerable.

--¿Debe especializarse el parque en un sector concreto? --Rotundamente, no. Nació como un espacio de investigación, convivencia y transferencia de conocimiento en I+D+i agroalimentaria debido quizás a la vocación agroalimentaria de la UCO, pero hoy es un espacio multisectorial, donde cabe la innovación y sostenibilidad en construcción, agroalimentación, biotecnología, TICs, asesorías de ingeniería y científicas, actividades relacionadas con el medio ambiente... Todo ello mejorará su capacidad como entorno de excelencia para las empresas y permitirá incrementar las sinergias y prestar servicios de alto valor añadido.

--¿Cree que las instituciones han colaborado lo suficiente hasta ahora en este proyecto?

--Yo soy muy autoexigente y me cuesta aceptar que algo sea suficiente si puede ser mejorable. Lo decía Voltaire, lo mejor es enemigo de lo bueno. No obstante, debo resaltar que todas las entidades socias han colaborado estupendamente y todo apunta a que ese clima mejorará, tarea que me impongo para los próximos meses.

--¿Cómo va a cumplir la corporación y Rabanales 21 con las actuales exigencias de transparencia de la sociedad?

--Nuestras cuentas son públicas. No obstante, en el último consejo de administración se aprobaron los procedimientos para la contratación de bienes y servicios, para prevención del blanqueo de capitales y control para el acceso a las ayudas públicas. Ningún consejero tendrá capacidad ejecutiva, por lo que se propuso crear una comisión, para no entorpecer la actividad diaria, con capacidades muy limitadas, cuya constitución se verá en un próximo consejo.

--¿Seguirá dando clases? ¿Abandona el proyecto que tenía pendiente en Inglaterra?

--Este año cumpliré, pero después tendré que reducir porque me estoy viendo agobiado. Respecto a Inglaterra, era una alternativa muy interesante. Se están dando grandes avances en biotecnología y síntesis de vida en el laboratorio que requieren regulación legal de sus registros de propiedad intelectual e industrial, pero ese proyecto tendrá que esperar.