NACIDO EN PALMA DEL RIO (1936)

TRAYECTORIA TOMO LA ALTERNATIVA EL 25 DE MAYO DEL 1963 EN CORDOBA CON ANTONIO BIENVENIDA COMO PADRINO Y SE RETIRO DEFINITIVAMENTE EN EL AÑO 2000. ES EL QUINTO CALIFA DEL TOREO Y SE HAN CUMPLIDO LOS CINCUENTA AÑOS DE SU ALTERNATIVA

Fue una revolución en el toreo. Volvió la tauromaquia del revés con una personalidad arrolladora dentro y fuera de la plaza. Han pasado cincuenta años de su alternativa y la gente, la que lo vio torear y la que, por la edad, no pudo, admira y respeta a Manuel Benítez porque detrás de su leyenda está el mito. La estrella de El Cordobés nunca se apaga porque es, como decimos en el sur, buena gente, sencillo, amable y atento con todo el mundo. En 2013 se cumplieron cincuenta años de su alternativa y volvió a estar de rabiosa actualidad. Fue, una vez más, el personaje del año, dentro y fuera de nuestras fronteras, por eso Diario CORDOBA le distinguió con su título más preciado.

--¿Qué significa para usted haber sido nombrado Cordobés del Año?

--Me llena de satisfacción. Ahora mismo todas las cosas me están viniendo rodadas y este nombramiento significa mucho para mí porque yo me siento cordobés por encima de todo. Aquí me casé y me quedé en Córdoba con mi mujer y mis hijos. Aquí tengo mis negocios y mis cosas, unos buenos otros malos, regulares, pues lo que es la vida. Y estoy feliz en nuestra Córdoba con toda la familia.

--50 años después cómo ve haber sido matador de toros?

--Ha habido gloria, ha habido de todo. Ha habido tormentas, rayos y de todo. Córdoba, España, el mundo dijo este hombre, este torero ha dado muy buenas tardes y veían que yo lo daba todo. Creo que el balance ha sido muy positivo. Me nombraron quinto Califa del toreo y eso es lo máximo en el mundo del toro.

--50 años después qué significa para usted que en todas partes se le siga admirando y se le sigan dando muestras de afecto y cariño?

--Por mi manera de ser siempre he estado con la gente. Cuando toreaba y ahora. Yo sigo siendo el mismo. Hombre, no estoy para torear mucho, mucho, pero estoy en forma, me cuido y estoy muy preparado. El público me quiere mucho y yo también. Voy por la calle muy tranquilo y la gente me para y charlo con ellos, se hacen fotos conmigo y eso es lo importante, corresponder.

--¿Entonces esa ovación en el Festival del Cáncer cuando apareció por la puerta de cuadrillas le llegaría al alma?

--No se puede explicar lo que se siente cuando la gente te demuestra su cariño. Yo me sentí querido por el público porque yo nunca le he defraudado. Yo también los quiero mucho. Siempre ha habido unas conexiones muy allegadas que se están demostrando en la vida. Esa tarde me sentí muy relajado y muy emocionado y además el corazón me estaba dando unas pulsaciones muy suavitas, suavitas porque lo que estaba haciendo era una cosa muy importante, muy importante, y por eso salió todo como tenía que salir. El festival se estaba parando y el empresario me pidió que echara una mano, para sacar aquello adelante. Y yo dije venga. Apostamos todos mucho, toreros, ganaderos, público por una causa que merecía la pena. Y se triunfó en absolutamnete todo.

--Este año es un puro abrazo hacia Manuel Benítez porque en Madrid le han descubierto un azulejo y el público le ha demostrado una vez más que está con usted-

--Pues sí, ha sido una cosa muy importante, para mí, porque Madrid ha reconocido lo que ha sido El Cordobés, al igual que yo siempre he reconocido lo que es Madrid. Hemos estado otra vez unidos y ha sido muy emocionante. Yo corté en dos tardes ocho orejas en la feria de San Isidro y revivir eso es muy bonito, porque yo no me esperaba nada de esto.