Patricia Peralta es una niña de 9 años de Moriles que soporta demasiados dolores de cabeza. Por eso, la están revisando en Neuropediatría del Reina Sofía. Su madre sufre con frecuencia jaqueca. "Patricia es muy responsable para su edad y se estresa mucho. Si tiene examen, un día muy agotador de actividades o de mucho deporte en verano, le duele la cabeza. No vomita y normalmente el dolor le desaparece tomando ibuprofeno", señala la madre de esta niña.

La cefalea crónica constituye una de las causas más frecuentes por la que los niños son atendidos en las consultas de Neuropediatría del hospital Reina Sofía. El jefe de esta unidad, Rafael Camino León, apunta que aproximadamente uno de cada 4 menores que son estudiados por los neuropediatras sufre el problema y que cada semana este servicio del hospital registra unos seis casos nuevos, lo que equivaldría a unos 300 pacientes atendidos por primera vez cada año. Esta dolencia constituye uno de los motivos más recurrentes por el que los especialistas de las Urgencias infantiles consultan a los neuropediatras. Camino precisa que en la mayoría de las ocasiones la cefalea en niños es de causa benigna, aunque a los padres les cause gran preocupación, y tiene su origen en una infección aguda banal, como la gripe o la amigdalitis, o está asociada a una migraña tensional. Pocas veces una sinusitis crónica o un defecto ocular serán causas únicas de una cefalea.

"Los padres deberían alarmarse si la cefalea es muy intensa y no había antecedentes previos de ella, si no mejora tras tomar el menor ibuprofeno o paracetamol o si se asocia a una gran afectación del estado general y tendencia al sueño. Los vómitos suelen ser frecuentes si existe migraña, pero si aparece una cefalea con muchos vómitos y fiebre es preciso consultar al pediatra o en Urgencias", señala Rafael Camino. Este neuropediatra indica que dentro de los dolores de cabeza recurrentes o crónicos los dos más comunes son la migraña y la cefalea tensional o psicógena (por una alteración psíquica). En este segundo apartado se incluyen los episodios simulados: niños que no quieren ir al colegio, que tienen celotipia (celos de algún hermano) o que sufren estrés psicógeno y también físico (relacionado con la escuela o a un exceso de actividades extraescolares).

"Existen muchas clasificaciones de cefaleas. Están las agudas (en niños sin antecedentes previos) y suelen tener relación con procesos infecciosos banales, aunque raramente será por una meningitis u otro problema intracraneal serio (hemorragia o tumor cerebral). El segundo tipo son las cefaleas agudas recurrentes, que afectan a niños en los que el dolor aparece de forma intermitente cada cierto tiempo (semanas o meses) y que suelen ser migrañas o dolor de cabeza de origen tensional", explica este experto.

Varios tipos

El tercer grupo lo constituyen las cefaleas crónicas casi diarias, que casi siempre tienen un factor psicógeno, como el estrés. En este apartado es preciso buscar la causa de la alteración, pues "es muy habitual que se detecte más en adolescentes y que venga determinado por problemas de convivencia familiar, separación de los padres, fallecimiento de un ser querido o por ser víctima de bullying (acoso estudiantil) en el centro educativo", añade Camino.

Por último existen algunas cefaleas crónicas progresivas, cuyo dolor crece en intensidad, frecuencia y duración conforme pasan los meses. "En estos últimos casos podemos sospechar de la existencia de un tumor o problema intracraneal crónico y obligatoriamente efectuaremos al paciente un TAC o una resonancia magnética cerebral", puntualiza. Las cefaleas en los niños suelen ser más leves que en los adultos, aunque suelen asociarse a dolor abdominal y vómitos copiosos. Por su parte, el dolor de cabeza se cura mejor a tempranas edades con los analgésicos habituales. La prevalencia de cefalea crece a la vez que pasan los años. A los 7 años, el 40% de los menores ha padecido alguna vez un dolor de cabeza y entre un 1% y un 2% la sufre con frecuencia. Estos porcentajes suben a los 15 años, donde el 75% de los niños ha tenido alguna molestia de este tipo alguna vez y hasta el 5% lo padece con frecuencia.

"Para tratar el dolor agudo de cabeza suele bastar con guardar reposo en un lugar tranquilo y oscuro, así como tomar ibuprofeno o paracetamol. El dormir proporciona gran mejoría. Pero cuando la cefalea es recurrente o crónica, será fundamental buscar y evitar en la medida de lo posible los factores que la favorecen, como el estrés o el exceso de actividad física. Si la cefalea resulta incapacitante o los episodios son muy recurrentes los especialistas podemos indicar tratamientos preventivos farmacológicos más específicos y técnicas psicoterapéuticas", resalta este neuropediatra.

Actuación conjunta

Para abordar con mayor diligencia y precisión este problema, desde hace meses se aplica un protocolo común de actuación ante las cefaleas agudas y crónicas del niño, consensuado entre pediatras de atención primaria y la Unidad de Neuropediatría del Reina Sofía. El protocolo establece los criterios por los que un caso de estas características debe ser derivado a urgencias, a la consulta de Neuropediatría o ser asistido por los pediatras de los centros de salud, teniendo en cuenta que la mayoría de los pacientes no necesitarán ser evaluados en el hospital.