El vicepresidente de la asociación vecinal de Palmeras Unión y Esperanza, Antonio Fernández, dio cuenta ayer del malestar reinante en el barrio al retrasarse el inicio de las reivindicadas obras de mejora en cinco de los grandes patios del barrio, y que cuentan con un presupuesto de unos 3,9 millones de euros. Más concretamente, Fernández se refiere a las primeras de las actuaciones del plan, las que afectan al Patio Pico Mulhacén, cuyos inicios se habían anunciado para el pasado día 16 y que beneficiaría a 175 pisos de esta urbanización (13 bloques de cuatro plantas) de viviendas en alquiler perteneciente al parque de viviendas públicas de la Junta que gestiona AVRA.

El vicepresidente de la asociación vecinal recuerda que ya han tenido experiencias pasadas desastrosas en las que obras comprometidas comenzaban tarde y se terminaban a toda prisa y hasta quedaban inconclusas, por lo que el retraso ya en la primera de las intervenciones no hace más que inquietar a los vecinos. Al respecto, las obras en Pico Mulhacén tienen un plazo de ejecución de diez meses.

En segundo término, Antonio Fernández señala que la concesión de esta primera obra a una constructora por un considerable cantidad menor a la del presupuesto de licitación (salió a concurso por 1,7 millones de euros, IVA excluido y se adjudicó por algo más de un millón) también les recuerda pasadas intervenciones en las que, entre otros problemas, la calidad de los materiales empleados a la larga «casi causaron más problemas que lo que se arregló», explicaba ayer Antonio Fernández.

Capítulo aparte, el directivo de la asociación denuncia el problema que está surgiendo con viviendas que han sido ocupadas aunque no con fines habitacionales, sino para saquear sus materiales antes de que los ocupantes decidan entrar en otra nueva vivienda. Imágenes como bañeras en la calle, en las que se hacen fogatas nocturnas, son unas de las tristes caras de este problema ya denunciado a la Junta.