En invierno los corrillos de fumadores han sido una estampa constante en la puerta de bares y demás establecimientos; sin embargo, en verano las terrazas son algo común, provocando ruidos y olores que molestan al vecindario. La ley antitabaco, que entró en vigor en enero de este año, ha provocado un aumento de las personas a la puerta de los establecimientos hosteleros y en verano ha ocasionado que las terrazas sean aún más frecuentadas por aquellos que quieren acompañarse de un cigarrillo. Así, son muchos los vecinos de la ciudad que se quejan de los ruidos que la multitud ocasiona hasta altas horas de la madrugada, el humo que los usuarios crean y una saturación de las calles por lo que consideran "invasión" nocturna de las aceras.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los vecinos es el horario de los establecimientos, asegurando que la mayoría de los días no es respetado. José Roja, presidente de la Federación de Asociación de Vecinos Al-Zahara, asegura que no han conseguido avanzar en el asunto y que se siguen concediendo licencias sin tener en cuenta que se debe hacer una ocupación óptima para todos los ciudadanos de la vía pública.

De esta manera, la suma del verano y la ley antitabaco han hecho que la oferta fuera de los establecimientos crezca ocasionando el descontento para muchos y alegría para otros, entre ellos los hosteleros, que prefieren una mayor presencia en la calle para no perder a los usuarios que fuman.

Por su parte, Emilio Góngora, vicepresidente de la Federación, afirma que existen posturas encontradas, ya que las empresas buscan unos intereses que no son compartidos por los vecinos que sufren el problema; sin embargo, también afirma que no se puede evitar que se concedan licencias.

Góngora también asegura que una de las mayores luchas por parte de los vecinos, ya que no se pueden prohibir las terrazas, es que se respeten los horarios, ya que son muchos los cordobeses que no logran descansar por las altas horas hasta las que las terrazas están abiertas al público.

Por otro lado, son muchos los que, a pesar de estar de vacaciones, optan por un buen descanso nocturno, aunque se enfrentan a la imposibilidad incluso de poder abrir sus ventanas para evitar el humo que ocasiona el tabaco y los altos decibelios de los veladores.

De esta manera, y ante la imposibilidad de un acuerdo, el tema ha quedado parado. La problemática ha sido tratada de manera individual con la Gerencia de Urbanismo pero desde Al-Zahara se aboga por una reunión conjunta: Hostecor, Fepamic (Federación Provincial de Minusválidos Físicos de Córdoba), Al-Zahara, Urbanismo y servicios municipales de la ciudad, entre ellos la Policía Local.