Un día en Córdoba y asegura sentirse oxigenado. «Tenéis una luz espectacular y ahora con todo peatonal... una gozada de ciudad», afirma convencido Javier Maroto, vicesecretario de Políticas Sociales del PP, que estos días recorre España hablando de lo que su partido ha dado en llamar la Ruta Social.

-Hoy se ha reunido con empresarias de Córdoba para hablar de conciliación familiar. ¿Qué medidas propone el PP para hacer posible ese reto?

-Lo que hemos venido a decirles es que, tras las elecciones de Cataluña, el PP ha tomado la decisión en firme de salir a la calle con propuestas concretas muy pegadas a la realidad. Lo llamamos Ruta Social y es una forma de entender la manera de hacer propuestas, consensuándolas con los colectivos. Así se acierta antes y se acierta más. Hoy hemos escuchado los problemas de muchas emprendedoras que quieren ser madres y tener una vida digna.

-¿Por qué se reúne con mujeres? ¿Los hombres no necesitan conciliar, es cosa de ellas?

-No, es que tratamos de escuchar a todos y hoy ha tocado poner voz a las mujeres, que son heroínas del modelo actual de sociedad. En mi opinión, no existirá conciliación y corresponsabilidad en España hasta que no se entienda que los hijos no son solo de las mujeres sino de los dos.

-Y hasta que las mujeres se puedan permitir dejar de ser heroínas como usted dice, no?

-Sí, pero mientras existan mujeres que sean testimonio de ello, los partidos políticos estamos obligados a reconocer y a aprender de ellas, no para ponerles la medallita sino para saber qué problemas tienen.

-El Pacto de Estado contra la Violencia de Género se aprobó en septiembre pasado con el compromiso de que el Consejo de Ministros sacaría adelante sus medidas antes de final de año. ¿Cuándo va a echar a andar, en qué se va a concretar, qué van a notar las víctimas en el 2018?

-El cambio más importante para toda España es que ha sido la primera vez que un asunto tan relevante ha suscitado la voluntad de todos los partidos. Ver a PP, Podemos, C’s, PSOE... sentados diciendo que las víctimas no entienden de siglas es un paso importantísimo. Y consensuar 200 medidas está muy bien, pero la gran diferencia es que viene con 1.000 millones de euros debajo del brazo. Las medidas de protección de las víctimas y de prevención no son solo una cuestión del Gobierno de España. También habrá recursos para las comunidades y los ayuntamientos. O estamos todos a una o esto no se podrá atajar.

-¿Qué diagnóstico hace de la situación en materia de igualdad? ¿Por qué tantas mujeres siguen siendo asesinadas por sus parejas, es una cuestión de recursos, qué se está haciendo mal?

-Además de partidas económicas concretas, hay una parte que no se puede negar y que me preocupa mucho. Me preocupa que la gente joven mantenga clichés de machismo recalcitrante. Hay que explicar a las jóvenes que cuando su novio les quita el móvil para ver qué mensajes manda o a quién llama eso no es una prueba de amor sino de control, que es el primer paso hacia la violencia de género. Y eso solo se arregla con otro pacto de estado, el de educación, que el PP defiende y ojalá sea posible, para introducir asignaturas troncales y transversales donde enseñar que ser diferente es un valor adicional o una opción y no un motivo para sufrir discriminación.

-El Pacto de Estado contra la violencia de género ha llegado antes que el de educación, que la sociedad lleva demandando años. ¿Por qué sigue pendiente?

-El hecho de que las mujeres asesinadas haya superado en cifras absolutas ya el número de víctimas del terrorismo de ETA, siendo ambas cosas realidades distintas, ha llevado a los partidos a entender que no hay ningún margen para que no nos entendamos. Ojalá este precedente sirva para otros pactos de Estado y normalice lo que ya es habitual en Europa, que es pactar entre partidos rivales. Ver al PP y al PSOE votar juntos no desdibuja a ninguno, demuestra que hay temas lo bastante importantes como para llegar a acuerdos. La educación ha sido muchas veces arma arrojadiza en la política, ya es hora de dar un paso y sacar una ley que sea de todos, no de un partido, y que dure.

-¿En qué medida la irrupción de Ciudadanos en la escena política está siendo revulsivo para que el PP cambie su estrategia?

-Yo creo que Ciudadanos tiene algunos elementos parecidos a nosotros, pero hay algo que nos diferencia. Ellos creen que para que algo sea bueno tiene que ser todo nuevo, no tienen a nadie con experiencia de gobierno y lo venden como virtud. Nosotros buscamos equipo, integrar gente nueva y gente con las canas de la experiencia, que haya cometido errores y aprendido de ellos.

-Su lema hoy es ‘Primero las personas’. Hábleme de dependencia, de esa ley que el Gobierno del PP lleva años dejando morir por inanición, según denuncian las comunidades. ¿Cómo mejorar la vida de las personas dependientes sin recursos?

-La oportunidad está en los Presupuestos del 2018. Hay una voluntad inequívoca para aumentar considerablemente esas partidas. Ojalá seamos capaces de hacer ver a C’s y al PSOE que aprobar un presupuesto no significa venderse. Los políticos que solo saben decir no, que no saben consensuar, hoy, no sirven para nada. Ya no hay mayorías absolutas. El Gobierno quiere ahora mejorar la dependencia, pero necesitamos una mínima complicidad del resto de los grupos.

-La Ruta Social viene a confirmar que el PP no estaba a pie de la calle y que ahora, en año preelectoral, dice que quiere estar...

-Realmente no es así. El PP tiene como seña de identidad que acierta en lo económico y las cifras de recuperación y empleo, algo que no niega ya ningún partido, y también que es el partido con más implantación en toda España y eso solo se consigue estando mucho en la calle. Por eso, la Ruta Social no dice ahora sí salimos a la calle sino ahora aún más vamos a hacer lo que hemos hecho siempre, que es escuchar a los colectivos antes de proponer medidas concretas.

-Celia Villalobos ha animado a las personas de 45 años a ahorrar para su jubilación y dice que hay pensionistas que están más tiempo cobrando pensión que trabajando. ¿No le parece injusto hablar así de los pensionistas cuando han sido el colchón de muchas familias en la crisis?

-Yo me quedo con las palabras de Fátima Báñez, que explicó a quienes durante la crisis se han encontrado con un ERE, una rebaja salarial o directamente en la calle, que podrán elegir de forma voluntaria qué años emplean para calcular su cotización y borrar así lo peor del pasado.

-¿No da por supuesto también que los salarios seguirán siendo bajos?

-No, se trata de recuperar los salarios a partir de ahora.

-Entonces, ¿empiezo a ahorrar para la pensión a los 45?

-Bueno, yo no tengo plan de pensiones.

Por último, ¿cree que el PP, que cada vez tiene a más personas homosexuales en las filas de NNGG, está cambiando su perspectiva en esa materia?

-La orientación sexual ha dejado de ser una cuestión de siglas. Hoy, después de muchos años de activismo y de reconocimiento de derechos, las personas pueden desarrollarse en la política y en la sociedad independientemente de su orientación sexual. Cuando algo se normaliza en la ley, es lógico que se haga normal en la calle.

Qué suerte, las mujeres llevan mucho tiempo en esa lucha y persiste la discriminación sexual.

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