Los cordobeses que han participado en la cuarta edición del programa municipal Jóvenes por el Sáhara regresaron ayer a sus casas después de haber vivido una experiencia "muy positiva". El secuestro de tres cooperantes a los pocos días de su llegada al Sáhara Occidental alteró su programa de trabajo, pero el grupo ha vuelto a España satisfecho con la experiencia vivida y con el objetivo de "ser la voz del pueblo saharaui", como afirmó el presidente de Grupo Jaima, Damián López.

En este sentido, esta iniciativa prepara a los voluntarios para que a su llegada a Córdoba desarrollen una campaña de sensibilización y expliquen a la población local la situación en la que viven alrededor de 200.000 refugiados. Este proyecto es impulsado por el Ayuntamiento, que cuenta con la colaboración de Grupo Jaima, y la concejala de Cooperación, Beatriz Jurado, explicó ayer que, a pesar del secuestro de otros cooperantes, el Consistorio mantendrá la iniciativa siempre que Exteriores garantice que se cumplen todas las condiciones de seguridad.

Uno de los jóvenes participantes, Mariano Liñán, afirmó ayer que "creo que todos volveríamos" y aclaró que tras conocer el secuestro, el aspecto más duro fue quizás pensar en las familias que estaban en Córdoba. Así, los cordobeses fueron trasladados a una zona de seguridad en el campamento de Rabuni, pero después recibieron la autorización para regresar al de Dajla y continuar trabajando. Una de las coordinadoras del grupo, Auxiliadora Jiménez, precisó que "ha sido una experiencia muy fuerte, pero hemos tenido un 'grupazo' y hemos respondido de forma constructiva".