El investigador del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) Antonio Rivero Juárez, de 32 años, ha obtenido el primer premio al investigador joven que concede el Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Gesida-Seimc), en reconocimiento a sus estudios sobre VIH y sida. Rivero forma parte del grupo Enfermedades infecciosas del Imibic y recogió este premio en el noveno congreso nacional de Gesida, celebrado la semana pasada, galardón dirigido a menores de 40 años que trabajan en líneas de investigación en VIH y sida y que tiene como objetivo promover y difundir la investigación en el campo de esta infección. Este joven investigador lleva la ciencia en los genes, no en vano su padre, Antonio Rivero Román, es el jefe de sección de Enfermedades Infecciosas del hospital Reina Sofía y coinvestigador responsable del grupo del Imibic sobre patologías de este tipo, que dirige el jefe de Infecciosos del hospital cordobés Julián de la Torre. Rivero también ha sido merecedor del premio extraordinario Tesis Doctoral de la Universidad de Córdoba y del premio Young Investigator Award, concedido por la International Antiviral Society (IAS) en los años 2012, 2014 y 2015.

-¿Cómo valora este premio y que se reconoce con el mismo?

-Para mí ha sido un orgullo recibir este premio, porque es un estímulo a la investigación y además su cuantía, 10.000 euros, está destinada a financiar y liderar un proyecto de la Coris (Cohorte de la Red de Investigación en Sida) sobre la prevalencia nacional de la infección por el virus de la hepatitis E en los pacientes con VIH. Con este premio entiendo que se trata de reconocer en parte la contribución que he realizado en los últimos años al avance del conocimiento de la coinfección por el VIH y virus hepatotropos (que solo provocan hepatitis), como el virus de la hepatitis C y el virus de la hepatitis E.

-¿Trabaja en exclusiva en el Imibic?

-Estoy centrado en mi faceta de investigador en el Imibic, aunque el grupo al que pertenezco está también vinculado a la unidad de Enfermedades Infecciosas del hospital Reina Sofía y trabajamos de forma conjunta. Además, también imparto clases en el Máster de Investigación Biomédica Traslacional de la Universidad de Córdoba.

-¿Se dedica suficiente financiación a la investigación y en concreto al VIH y sida? ¿Se logrará pronto una cura para el sida?

-La reducción de fondos destinados a la investigación en los últimos años ha sido evidente. Pero, en mi opinión, la investigación centrada en el VIH y sida no se ha visto tan afectada en comparación con otros ámbitos. Los avances para conseguir vacunas preventivas o curativas del sida son lentos, pero se están invirtiendo bastantes recursos. Sobre estos avances, los resultados preliminares de la vacuna terapéutica frente al sida del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa son prometedores.

-¿Es muy habitual la coinfección del VIH con otros virus?

-Las vías principales de infección del VIH son la sexual y la parenteral y existen otros virus que comparten estas mismas vías de transmisión. Por eso, es tan frecuente esa coinfección y el ejemplo más claro es la hepatitis C. Hace décadas el 60% de los infectados por VIH estaba también coinfectado por el virus de la hepatitis C y era la principal causa de mortalidad. Pero hoy en día cada vez hay menos coinfección, sobre todo desde que se aprobó el plan estratégico contra la hepatitis C a nivel nacional en el 2015, lo que ha permitido bajar la prevalencia de esta coinfección de un 60% a solo un 5% y probablemente se consiga erradicar en los próximos años la hepatitis C.

-Distintas sociedades científicas, asociaciones y partidos políticos están demandando que la sanidad española implante la PreP (tratamiento preventivo frente al sida). ¿Qué beneficios puede aportar este tratamiento?

-Ensayos clínicos en diferentes países han demostrado que es una terapia eficaz, sobre todo para prevenir el sida en poblaciones de alto riesgo. Barcelona ya ha incorporado este tratamiento, Madrid se va a sumar y el objetivo de Gesida, que elaboró una guía de recomendaciones para el uso de este tratamiento, es que sea una realidad y que pueda combinarse la PreP, con la principal arma que existe para prevenir el VIH que es el preservativo. Las comunidades autónomas, que tienen las competencias en sanidad, deben ponerse de acuerdo para autorizar la PreP.

-¿En qué otros proyectos trabaja actualmente?

-Actualmente soy investigador principal de 3 proyectos financiados en convocatoria pública competitiva en el campo de la coinfección por el VIH y el virus de la hepatitis C y el virus de la hepatitis E. Así como investigador colaborador de 10 proyectos financiados en convocatoria pública competitiva en el campo de la coinfección por el VIH y el virus de la hepatitis C.