Pablo León, estudiante de Psicología en la UNED, suele frecuentar las bibliotecas de la capital a lo largo del año y asegura que ha notado cómo con la llegada del verano se hace más difícil encontrar un lugar para estudiar. "Ahora solo abren por la tarde la sala de lectura de la Central, y con tanta gente preparando los exámenes de septiembre resulta a veces imposible coger sitio", comenta. "Por la mañana abren algunas bibliotecas, pero son salas pequeñas y generalmente se llenan poco después de abrir".

Samuel Cuadrado estudia Ingeniería Técnica Industrial en Mecánica y tiene complicaciones para concentrarse en casa en verano. "Mis padres están de vacaciones, mis hermanos corriendo por la casa, la tele alta, y claro, intento escaparme de este ambiente de descanso e ir a una biblioteca", y añade: "Me gustaría decir que, aunque sea época de vacaciones, los estudiantes seguimos en nuestra tarea y necesitamos un lugar para poder estudiar".

Cristina Fontiveros cursa 3º de Psicología y se declara "un poco descontenta con el servicio de bibliotecas". "Suelo ir a estudiar a la Central por ser la que más cerca me pilla de casa, pero ahora, al haber cerrado casi todas las demás, se masifica y es casi imposible encontrar sitio. No entiendo por qué la oferta se reduce en esta época, muchos estudiantes tenemos que preparar asignaturas para septiembre y lo lógico sería que abriesen las mismas bibliotecas que abren para los finales de junio".