Córdoba q Córdoba despertó ayer bajo una espesa niebla que se fue disipando durante la mañana, después de la lluvia de barro que cayó el jueves, un polvo en suspensión que no ha afectado a personas con problemas respiratorios, ya que era de tipo inorgánico y se situó en esferas muy elevadas, según fuentes del hospital Reina Sofía. Eso sí, ayer los lavaderos de coches, a tope.