LUGAR DE NACIMIENTO CARCABUEY

TRAYECTORIA LLEVA 32 AÑOS EN LA CARRERA JUDICIAL, ES MAGISTRADO EN CORDOBA DESDE 1990

--¿Qué significa para usted llegar a la presidencia de la Audiencia de Córdoba?

--Pues para un profesional de la judicatura como yo, que llevo 32 años dentro de la carrera judicial, es algo muy importante. Esa satisfacción viene mezclada con otros sentimientos, como el de la gran responsabilidad que supone y el reto de representar al estamento judicial y muy especialmente por el compromiso con los cordobeses.

--¿Cuáles son los retos fundamentales que se ha planteado?

--Pues el reto principal es que en la medida de mis posibilidades y con la escasez de medios endémica en la que nos desenvolvemos, que el servicio público de la justicia se pueda desarrollar con eficacia, serenidad y prontitud.

--En ese sentido, hay un objetivo fundamental que es el de la Ciudad de la Justicia.

--La Ciudad de la Justicia es una buena noticia. En Córdoba existen muchas salas judiciales dispersas, con lo que se causa un gran perjuicio no solo a los que trabajamos en ello, sino sobre todo a los ciudadanos.

--¿Está en manos del presidente de la Audiencia combatir la saturación de los juzgados?

--Hombre, se puede ayudar y desde luego hay que estar permanentemente intentando detectar las disfunciones que pueden existir en la provincia y ver los juzgados que tienen sobrecarga para, de acuerdo jueces y administración, tratar de crear planes de refuerzo para ir paliando las necesidades más perentorias que el día a día vaya poniendo de manifiesto. En el servicio público de la justicia, lo que realmente frustra al ciudadano es ver que su causa, su pleito, que posiblemente sea el único de su vida, se dilata en el tiempo. Las respuestas judiciales deben ser prontas, en la medida de lo posible, siempre con un equilibrio entre la rapidez de la respuesta y la motivación de la misma.

--Hay un juzgado que está especialmente saturado, como es el de Mercantil, donde, quizás por la crisis, parece que se han disparado los casos.

--Sí. Hay juzgados, entre ellos el Mercantil por el tema económico de la crisis y los concursos de acreedores, que tienen una sobrecarga importantísima de trabajo, por más que el juez haga un esfuerzo ímprobo por sacarlo adelante. Otro tanto ocurre con el de Familia o los de lo Social. Habría que crear al menos uno o dos juzgados más.

-- En la provincia también hay varios ejemplos de sobrecarga ¿no?

-- En la provincia son juridiscciones mixtas, es decir juzgados de primera instancia e instrucción. Hay, por ejemplo los de Baena y Priego, que tienen una sobrecarga tremenda. Los de Lucena también soportan una carga grande de trabajo tanto en Civil como en Penal.

--¿Tiene ya perfilada la manera en la que se pueden abordar esos temas?

--Pues habrá que adoptar medidas con planes de refuerzo porque seguimos teniendo la misma plantilla que hace 40 años. Y respecto a los jueces, habría que reforzar con algún juez de apoyo. Parece que para la provincia de Córdoba vienen de aquí a poco tres jueces de adscripción territorial.

--¿Se va a notar en la Audiencia la impronta personal del nuevo presidente?

--Hombre, cada uno tenemos nuestro sello personal en la forma de dirigir las cosas y de relacionarnos con los demás. Es una cosa personal e intransferible. De todas formas, yo parto de una situación inmejorable, porque Eduardo Baena, el anterior presidente, ha dejado un sello personal muy importante. Ha gestionado esto de una forma maravillosa, se ha implicado mucho y ha sabido gestionar la audiencia y aunar el trabajo. Ha creado un clima estupendo tanto en las relaciones profesionales como personales, porque pese a la escasez de magistrados que tiene, ésta es una audiencia modélica. Pero eso ha sido labor del presidente y de todos los magistrados y los funcionarios. Y hay que tener en cuenta que la plantilla de la audiencia es la misma de hace 24 años. En 24 años el incremento de la litigiosidad ha crecido mucho. Y ese incremento, por la gran profesionalidad del personal de la Audiencia, se ha asumido prácticamente sin replicar.

--¿De qué manera va a influir su nombramiento en el organigrama de la Audiencia?

--La Ley permite al presidente de la Audiencia presidir la sección que desee y yo llevo nueve años presidiendo esta sección, la tercera, que es penal. Yo me encuentro más cómodo en el ámbito penal, así que voy a pedir continuar al frente de esta sección, por lo que queda vacante la presidencia de la primera.