Fueron pocos los mensajes de esta calaña los que ayer circularon tras la muerte de Bimba Bosé, pero tan increíblemente humillantes, burdos, insultantes, crueles y hasta presuntamente delictivos que tanto en las redes sociales como en foros de otro tipo de cerró fila en torno a la figura de la modelo (y emblema en los últimos tiempos de la lucha contra el cáncer), reabriéndose el debate entre lo que es libertad de expresión, lo admisible o lo simplemente delictivo. Córdoba no estuvo ajena a esta ola de indignación y componentes de la asociación Lola Castillo, y más concretamente el grupo de mujeres con cáncer Encuentros con Alma, acudieron a la Policía para denunciar a un autor de uno de los insultantes twit. Se trata de una frase irreproducible en este artículo por su crueldad, por puro sentido común y para, como en el caso del nombre completo de la cuenta, no darle más publicidad aún. «Algo teníamos que hacer», decía ayer Lali Alcaide, arrancando a llorar al recordar que «una cosa es la libertad de expresión y otra el daño gratuito y la crueldad. Estamos luchando muchas mujeres cada día contra la enfermedad para que una persona sádica haga algo así...» decía sin poder continuar al rompérsele la voz.