La simulación de delitos para cobrar de los seguros se ha disparado. Según la Fiscalía Provincial de Córdoba, en el año 2012 se incoaron 265 diligencias previas por este motivo, lo que supone un 57,7% más que el año anterior, unas cifras que no duda en calificar de "relevantes" en un delito que "antes no era objeto de uso". Así se recoge en la Memoria de la Fiscalía Superior de Andalucía del ejercicio 2012, en la que el ministerio fiscal cordobés señala que este delito se está cometiendo en los últimos años, "tras el estallido de la crisis económica", como un "medio para estafar a las aseguradoras", o dicho de otro modo, "se finge haber sufrido un delito contra el patrimonio para lograr una indemnización de estas empresas".

Ya a finales del 2011, el Cuerpo Nacional de Policía informó de que se venía registrando un aumento de los casos de simulación de delitos. En todos ellos, los denunciantes aseguraban ante la Policía que habían sido víctimas de robos contra el patrimonio, tanto robos con violencia o tirones como robos con intimidación o al descuido. Igualmente, en la totalidad de los casos la intención era cobrar la indemnización del seguro. Entre las denuncias más habituales, la de sustracción de dinero al salir del banco o de un cajero automático y las de robos de teléfonos móviles de última generación, aunque también se han registrado casos como el de una mujer que llegó a poner boca abajo su domicilio para simular que le habían robado joyas y 400 euros. Pero en este caso, como en la mayoría, ante las pesquisas de los agentes y sus contradicciones en el relato de los hechos, todos "terminaron por reconocer que optaron por simular el delito para aliviar su situación económica o hacer frente a unos pagos con la cantidad que recibieran del seguro en concepto de indemnización", según fuentes policiales.

La Policía explica que muchas veces los denunciantes actúan "mal aconsejados y bajo la creencia del 'no pasa nada", pero recuerda que la simulación de delito se castiga con multas de seis a doce meses e incluso se puede incurrir en estafa si se llega a cobrar del seguro, delito que conlleva pena de cárcel.