El calor y sus consecuencias son los culpables de la mitad de las enfermedades de origen alimentario o toxiinfecciones alimentarias (TIA) que la Delegación de Salud registró el pasado año en Córdoba. Concretamente, el 46,15% de los brotes que se produjeron en el 2011 se acumularon entre mayo y octubre y se debieron a las altas temperaturas. Antonio Varo, epidemiólogo de la Delegación de Salud, apunta que el pasado año Salud declaró 15 brotes de TIA en la provincia, de los que el 53% se descubrieron en locales públicos y un 47%, en el ámbito familiar. Varo señala que hubo 265 personas afectadas por estos brotes. El 73,3% de los alimentos que ocasionaron toxiinfecciones contenían huevo, de los que un 6,7% eran tortilla; mahonesa, 6,7%; huevos, 13,3% y huevos rellenos, 6,7%. Por su parte, en lo que va de año la Junta ha registrado otros 4 brotes de TIA.

Las causas más frecuentes de los TIA son las toxinas (clostridium botulinum, staphylococcus areus o bacillus cereus) elaboradas por proliferación bacteriana en los alimentos antes de ser consumidos. También están las infecciones por bacterias, virus o parásitos (brucelosis, diarrea por escherichia coli, hepatitis A o salmonelosis). Este experto explica que las toxiinfecciones abarcan las intoxicaciones y las infecciones y se aplican a todas aquellas enfermedades que se contraen por el consumo de alimentos contaminados.

Salud llevó a cabo, a través de sus inspectores, 2.976 visitas programadas en locales de restauración de la provincia de Córdoba en el 2011. Cuenta a su vez con programas específicos y actúa cuando se presentan denuncias o se registran toxiinfecciones.