La feligresía de San Nicolás de la Villa se volcó ayer en la reapertura de su parroquia después de 15 meses de obras con el lleno completo que registró el templo fernandino.

La misa de acción de gracias por la finalización de los trabajos y la vuelta al culto fue presidida por el obispo de la diócesis de Córdoba, Juan José Asenjo, acompañado de una decena de sacerdotes entre los que se encontraba el párroco, Antonio Evans Martos.

Asenjo, que bendijo al principio de la eucaristía las zonas restauradas, destacó en la homilía que "se ha devuelto a su primitiva belleza el artesonado y el retablo", dando las gracias a los técnicos y operarios "que han trabajado en la iglesia como si se tratara de su propia casa". La nota lírica al oficio religioso la puso el Orfeón Cajasur.

Este templo, construido entre los siglos XIV y XVI, se cerró el 2 de octubre del 2006 para acometer la restauración de la cubierta, con una nueva estructura de acero y con un refuerzo mayor con tirantas y de la torre. También se trabajó en el artesonado de la nave central, que ha sido desmontado, restaurado y vuelto a ensamblar y colocar con fijaciones sólidas y seguras. Además, se instaló un nuevo circuito eléctrico y aire acondicionado. Estas obras han costado 400.000 euros, recaudados por una comisión formada en el seno de la parroquia.

Pero las reformas en la iglesia de San Nicolás no han acabado, pues los elementos de carpintería y tapicería de bancos, sillas y confesionarios presentan deterioros. Sin embargo, lo más importante es la restauración del retablo del altar mayor. La comisión de feligreses se prepara para una nueva campaña.