Más de cien mil andaluces (de ellos unos diez mil cordobeses) podrían cumplir los requisitos para someterse a lo que se denomina cirugía bariátrica, para corregir la obesidad excesiva. Un dato preocupante y que no para de crecer debido a la epidemia que están suponiendo el sobrepeso y la obesidad en todo el mundo. Problema del que es muy conocedor el doctor Pedro Pablo García Luna (Córdoba,1956), desde su puesto de coordinador de la unidad de Nutrición y de Obesidad del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, como presidente de la Sociedad Andaluza de Endocrinología, Diabetes y Nutrición (Saedyn) y vicepresidente de la Fundación Española de Sociedades de Nutrición Alimentación y Dietética (Fesnad). García Luna estudió Medicina e hizo el doctorado en Córdoba, pero se vinculó a Sevilla desde que hizo la especialidad de Endocrinología y Nutrición en el Virgen del Rocío. Logró su plaza en este hospital, obteniendo el número uno en las oposiciones que se celebraron en Andalucía. También es profesor asociado de la Facultad de Medicina de Sevilla y autor de más de 140 artículos en revistas científicas, así como autor o coautor en 40 libros o capítulos, además de director de ocho tesis doctorales. Fue el primero que obtuvo estudios universitarios de su familia, originaria de Fernán Núñez y dedicada a la agricultura y a la construcción. Otra faceta de la vida de este doctor está ligada al fútbol, en concreto al Real Betis, del que es accionista y patrono de su fundación, aunque siempre será aficionado del Córdoba CF.

-¿Cómo ha evolucionado la epidemia de la obesidad en Andalucía? En la actualidad, la mitad de la población adulta andaluza padece sobrepeso u obesidad y un tercio de los niños de 2 a 15 años, según recoge la futura ley de la obesidad de Andalucía.

-Nuestra querida Andalucía no ha podido escapar de los efectos devastadores para la salud del exceso de calorías en nuestra alimentación y del aumento del sedentarismo. Esta situación conlleva a la acumulación de calorías consumidas y no gastadas, que se traduce en grasa corporal y obesidad. La epidemia de la obesidad es una situación casi universal, habiendo pasado de ser una enfermedad de los países desarrollados a una nueva epidemia y más potente en países que hace unos años estaban en vías de desarrollo como India, Brasil, China, Rusia o México.

-¿A la par que crece la obesidad lo hace también la población diabética tipo 2 o con patologías cardiovasculares, renales o de otro signo relacionadas con el mayor síndrome metabólico?

-El aumento de la incidencia y prevalencia de la obesidad conlleva de forma casi uniforme al aumento de la aparición de diabetes tipo 2, de tal manera que casi el 90% de casos de diabetes en nuestra comunidad tienen relación con el sobrepeso y la obesidad. En Andalucía, de la población adulta (mayor o igual a 18 años), el 15,3% es diabética (aproximadamente un millón de personas). Y además hay otro 15% que presenta prediabetes, que sería otro millón de andaluces adultos.

-Si Andalucía es la tierra de la dieta mediterránea por excelencia, ¿por qué se está abandonando esta dieta, a pesar de sus beneficios, y se desayuna tostada con foie o embutido, en lugar de con aceite de oliva virgen extra?

-No es negativo desayunar una tostada con foie. Ningún alimento debe estar proscrito. Lo que sí debemos es recomendar pautas de alimentación sanas y equilibradas, como un desayuno adecuado al comenzar el día, pues son muchos los niños y adultos que no desayunan o lo hacen en mínima cantidad. Debemos hacer una comida fraccionada en 4 o 5 tomas al día. No debemos cansarnos de recomendar hacer una ingesta variada, con predominio de aceite de oliva virgen extra como principal grasa culinaria, con abundancia de vegetales, tanto los menos calóricos (las verduras, ensaladas y frutas), como los más ricos en calorías y que aportan también proteínas (las legumbres y cereales). Abandonamos la dieta mediterránea por la presión de la vida actual, con demasiada prisa como para cocinar un buen potaje, para hacer unas verduras a la plancha, un pescado del día al horno o sentarnos tranquilamente en la mesa de casa charlando con la familia mientras comemos. Solemos comer mirando la televisión. Esto favorece la ingesta rápida y, por tanto, con menor tiempo para la saciedad, además de estar saturados de anuncios de comida rápida, refrescos, alcohol, chocolates o helados que, repito, ninguno debe estar proscrito, pero no deben ser los protagonistas de nuestra alimentación.

-¿Y cómo se combate el sedentarismo?

-De todas las maneras posibles. Es uno de los aspectos más importantes de la prevención y el tratamiento no solo de la obesidad, sino de otras muchas patologías como la diabetes, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, con el infarto de miocardio a la cabeza, o la pérdida de masa muscular o sarcopenia.

-¿Pueden las consultas de obesidad mórbida de los hospitales públicos andaluces asumir el incremento progresivo de pacientes que demandan estas intervenciones?

-Si en Andalucía hay un 30% de personas con obesidad y entre el 4% y el 5% presenta obesidad mórbida (obesidad grave con más de 40 kilos por metro cuadrado de altura) quiere decir que tenemos aproximadamente entre 100.000 y 120.000 andaluces que a priori cumplen los criterios de posible cirugía bariátrica, y muchos más si incluyésemos pacientes con menor índice de masa corporal, pero que además tengan diabetes y/o hipertensión y/o trastornos en los lípidos. Es decir, que los quirófanos para realizar dicho número de intervenciones, las camas hospitalarias, las consultas y pruebas necesarias previas (psiquiatría, ecografías, estudios radiológicos o analíticas), el número de médicos, enfermeras y resto de personal sanitario necesarios para el seguimiento posterior de estos pacientes con obesidad y múltiples enfermedades asociadas sería muy numeroso. Sobre este asunto, quiero decir que, aunque la cirugía bariátrica a día de hoy es la mejor terapia para la perdida de peso y su mantenimiento a largo plazo en obesidades graves, no es obligatorio su uso, pues lo que sí es obligatorio es que todos los pacientes hagan una ingesta equilibrada en una cantidad mucho menor que la que realizan habitualmente.

-Diversos estudios reflejan lo mal que desayunan los españoles. ¿Qué consecuencias tiene para las personas que lo hacen? Y, por otro lado, ¿qué perjuicios representa cenar tarde y demasiado?

-El desayuno es la primera comida del día, donde se rompe el ayuno nocturno y obtenemos las primera proteínas y energía del día. Es fundamental. Es mucho mejor dormir 15 minutos menos y desayunar tranquilos que lo contrario. Hay numerosos estudios que lo confirman, tanto en niños como en adultos. Debe ser un desayuno que incluya fruta (mejor entera que en zumos), cereales o pan, algo de proteínas como un lácteo, además de las que tienen los cereales, y si incluimos algo de grasa que sea aceite de oliva virgen. Hay que cenar temprano y no acostarse al menos hasta 60 o 90 minutos después. La cena debe ser frugal, incluir proteínas e hidratos de carbono de fácil digestión y evitar el alcohol.

-En primavera y verano, al ir más ligeros de ropa, empieza la obsesión de muchas personas por hacer dietas con las que rápidamente perder peso. ¿Es perjudicial seguir esas dietas?

-Las dietas para perder peso rápido no son aconsejables. Lo recomendable es hacer una alimentación saludable, con menor aporte calórico que el habitual de la persona en cuestión. Que siempre se debe acompañar de un aumento moderado de la actividad física, con incrementos progresivos.

-¿Qué opina de las modas alimenticias actuales que consideran negativos productos como el azúcar refinado, la leche de vaca o el pan blanco (¡con lo rica que está la telera cordobesa!)?

-La mejor moda de alimentación sana es no hacer caso a todo lo que leamos o veamos en medios de comunicación, internet o redes sociales pues, si no, los consumidores o los pacientes pueden llenarse de dudas y de contradicciones a la hora de elegir qué comprar y qué comer. En Europa (Efsan) y en España (Aecosan) se ofrece información de rigor sobre los alimentos que tenemos a nuestra disposición. Si tuviera que elegir entre la información de las redes sociales, internet, prensa o televisión o las de las agencias reguladoras sanitarias, yo elegiría estas últimas, con sus posibles equivocaciones.

-¿Debería prohibirse el uso de determinados aditivos, como el glutamato monosódico u otros potenciadores del sabor, que se han relacionado con algunas enfermedades?

-Antes de prohibir nada debemos estar seguros de que realmente estos productos sean los causantes o potenciadores de patologías. En muchas ocasiones, algunos aditivos son imprescindibles para la conservación y distribución de los alimentos y posibilitan poder llegar con la alimentación a más personas y de una mejor forma. Si se demuestra una relación anómala sí deberían prohibirse, pero no por investigaciones no concluyentes o inexactas.

-¿Cómo se come sano si por distintos motivos hay que hacerlo fuera de casa?

-Siempre puede uno hacer una alimentación equilibrada y sin exceso de calorías en el bar de la esquina, en un restaurante elegante, en la cafetería del hospital o en casa de un amigo. Se trata en lo posible de incluir una ensalada u otro vegetal, evitar en lo posible los fritos, no tomar alcohol en exceso, mejor agua, y en los postres elegir siempre frutas. Los embutidos y los quesos no frescos evitarlos o tomarlos con moderación en esas comidas fuera de casa.

-¿El alcohol hay que eliminarlo de la dieta o se puede consumir en dosis moderadas, por ejemplo de vino o de cerveza?

-Hay cierto debate en la actualidad sobre si es aconsejable el consumo de alcohol en cualquier cantidad, frente a los datos más extendidos de que el consumo moderado de alcohol (vino o cerveza fundamentalmente) son beneficiosos para la salud. Entendiendo por consumo moderado una copa de vino o una cerveza al día en mujeres y dos en hombres, sanos y sin contraindicaciones de otro tipo.

-¿Trabaja actualmente en alguna investigación en el Virgen del Rocío, Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) o en colaboración con otros organismos?

-Tenemos varias líneas de investigación, en relación todas ellas con la nutrición artificial y en especial con las vías de acceso, con la malnutrición y su diagnóstico, con la nutrición artificial en los domicilios, con la nutrición y el cáncer, con la obesidad y sus tratamientos quirúrgicos, con nuevos fármacos, entre otras.

-¿Ha sido merecedor de premios a lo largo de su carrera?

-He tenido el honor de recibir premios por comunicaciones científicas en diversos congresos de Endocrinología y Nutrición. Pero el mejor premio que he tenido a lo largo de mi carrera ha sido tener numerosos amigos dentro y fuera de mi Córdoba del alma.

-¿Qué vínculo tiene actualmente con el Real Betis?

-Mi perfil dentro del Betis es algo infrecuente. Me hicieron bético mis hijos, pues siempre fui y seré del Córdoba CF. Pero cuando llegué a Sevilla, enseguida acompañé a mis hijos en su afición y me hice socio del Betis. Posteriormente, tuve el placer de ser el primer endocrinólogo de los servicios médicos del Betis durante tres temporadas. Más adelante formé parte del consejo del Betis, formando parte de su junta directiva en las temporadas del 2015 y del 2016, en las que logramos el ascenso a Primera División, que es histórico, pues a partir de este momento ya nunca jamás bajará. Así lo esperamos y sabemos los béticos. Soy accionista del Betis, al igual que mis hijos y mis nietos. Y en la actualidad soy patrono de la fundación del Real Betis Balompié.

-¿Cómo cree que le va a ir al Betis en la Europa League?

-El primer equipo andaluz que jugó en la Champions fue el Betis. El Betis y su afición van a dejar huella en esta competición.

-¿Qué relación tiene con Fernán Núñez?

-Mi relación es la mejor, la que uno tiene con su pasado, con su historia. Para mí Fernán Núñez es mi pueblo, pues ya iba en el vientre de mi madre cuando mi familia su mudó a Córdoba. Allí pasaba mis vacaciones de infancia y adolescencia. Fernán Núñez es la fuente de mis recuerdos, con mis abuelos y primos. Soy de Fernán Núñez y tuve el honor de ser pregonero de la Feria Real en agosto, acto entrañable donde los haya para uno del pueblo.

-¿Qué le gusta más de Córdoba?, ¿viene con frecuencia?

-A Córdoba vengo mucho menos de lo que mi corazón desea. En los últimos años venía casi semanalmente para estar con mis padres y últimamente con mi madre. Pero, desde luego, que todas las navidades son cordobesas, con mi familia materna y con la de mi mujer, Julia Segura, que además son diez hermanos, y nunca tenemos un momento de aburrimiento. Y siempre que puedo trato de ver a amigos de la adolescencia, de mi querido barrio de San Pedro o a amigos de la carrera. Y lo que más me gusta de nuestra ciudad es perderme por sus calles, hacer recorridos por los barrios, San Pedro, San Andrés, Santa Marina o San Lorenzo, sin rumbo fijo. Y el recuerdo más entrañable para mí es el del oír llover por las callejas, con el agua cayendo por los canalones.