La sección tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha dado vía libre a la reapertura de la investigación sobre la muerte de Soledad Donoso, cuyo cadáver fue encontrado en octubre de 1992 cerca de El Arenal. El caso vuelve ahora al juzgado de Instrucción y se decreta el secreto de sumario; esta reapertura significa que se anula la prescripción del crimen, fechado para el próximo septiembre.

La familia de esta joven presentó un escrito el pasado 18 de mayo solicitando la admisión de nuevas pruebas. La abogada Penélope Castejón detalló a las puertas de la Audiencia que "hay indicios racionales de criminalidad" de un sospechoso y cree que "hay fundamentos para que la causa vuelva al juzgado de Instrucción". En ese momento afirmó que "tenemos pruebas" que implican al sospechoso, de quien no quiso desvelar su identidad.

Según ha podido saber este diario, al menos dos testigos señalaron en 1992 la implicación de un joven del entorno de amistades de Soledad, pero la Policía Nacional centró sus sospechas en otro amigo, que fue detenido y puesto en libertad a los pocos días ante la falta de pruebas. La familia quiere ahora que se llegue al fondo de la investigación y se averigüe por qué y en qué se basaron los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Judicial para descartar a ese sospechoso.

Soledad Donoso, de 18 años, salió de su casa, en la plaza de San Pedro de la capital cordobesa, para ir a trabajar a una pizzería de la avenida de Barcelona el 28 de septiembre de 1992 a la que nunca llegó. La familia se movilizó y la Policía Nacional encontró su cuerpo catorce días después en un descampado de la Huerta del Arenal, en proceso de descomposición. La policía interrogó a sus amistades, especialmente a un joven que negó conocerla aunque su número de teléfono figuraba en la agenda de Soledad. Fue detenido, pero quedó en libertad.

En la autopsia, el forense señala que a consecuencia de la falta de algunas vísceras y el mal estado que presentaban las encontradas "no es posible determinar la causa de la muerte, violenta o natural". No observó "ningún tipo de lesión traumática", si bien el cadáver está incompleto.