La 30 edición de la cata del vino ha sido "un éxito" y ha "superado con creces" las expectativas. Así lo aseguró ayer el presidente del consejo regulador de la denominación Montilla-Moriles, Javier Martín, que cifró en unas 80.000 las visitas recibidas este año, frente a las 65.000 registradas en el 2012. "Ha sido todo un éxito comparado con el año pasado y básicamente responde al giro eminentemente cultural que se le ha dado a la cata", añadió Martín. Y es que en la edición de este año, en la que han participado 28 bodegas y diez restaurantes, también se ha celebrado en paralelo un amplio programa cultural, con una exposición que ha unido el arte de Julio Romero de Torres y el vino, con un desfile de modelos de Daniel Carrasco y con conferencias, entre otros atractivos. Además, la cata ha estado acompañada de las jornadas gastronómicas en las que cinco restaurantes sirvieron almuerzos o cenas maridados con vinos cordobeses y también se ha celebrado una gymkana universitaria para acercar la cultura del vino a los jóvenes como patrimonio cordobés.

"Ha sido una cata distinta", explicó el presidente del consejo. En el giro que se le ha dado pero también en el público, ya que se ha comprobado que se trata de "un público más exigente que otros años, un público que sabe diferenciar los vinos y lo que busca, y que igualmente se interesa por productos nuevos", señaló Martín. Además, destacó que a diferencia de antiguas ediciones, se trata de "un público que huye del botellón, que no lo ha habido este año". A este respecto, Martín dijo que la celebración en la explanada de la Diputación es clave al ser un lugar cerrado que permite el control de acceso y evita el botellón.

Este nuevo perfil del visitante no quita, sin embargo, para que siga siendo necesaria una labor de enseñanza de la cultura del vino y de los tipos de caldos al consumidor, para lo que el consejo regulador se ha propuesto "a partir de ahora enseñar nuestros tipos de vinos, cuándo hay que tomarlos y la conjunción con la gastronomía", explicó Martín. El presidente destacó que entre los visitantes había "mucha gente joven que tiene ganas de probar cosas nuevas".

En cuanto al volumen de negocio, el presidente del consejo señaló que las bodegas "están encantadas" porque "el nivel de gasto del público ha sido muy superior al de otros años". Igualmente, "se ha comido mucho más en las tabernas y restaurantes participantes y en las jornadas gastronómicas", aseguró Martín. La edición de este año, por otra parte, ha contado con el buen tiempo que ha animado las visitas, mientras que los nuevos toldos han hecho también más agradable la estancia.