Después de una larga tendencia a la baja, solo rota el año pasado por una fuerte subida, las disoluciones matrimoniales han vuelto a estabilizarse, recuperando valores similares al 2008. Así, tras el repunte del 2012, año en el que se tramitaron 2.001 divorcios --la mayor cifra de los últimos seis años--, los juzgados cordobeses despacharon en el 2013 un total de 1.881 divorcios, un 5,9% menos que el año anterior, según la estadística publicada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Además, el conjunto de las disoluciones (suma de los divorcios, las separaciones y las nulidades matrimoniales) también fue un 6,5% inferior al 2012, registrándose 2.005 frente a las 2.146 del ejercicio anterior. Eso sí, la cifra de divorcios del 2013 es superior a las anotadas del 2009 al 2011 y vuelve a los valores de antes del comienzo de la crisis, ya que en el 2008 se registraron 1.885. Por tanto, a la vista de todos estos datos, tras varios años en los que se achacaba la caída de rupturas a que muchas parejas resistían juntas para no afrontar los altos costes que suponía la disolución --abogados, dos viviendas y gastos que se duplican--, se puede concluir que la crisis económica ya no es motivo para aplazar las rupturas de pareja y que las cifras vuelven al nivel de hace seis años.

MENOS CONTENCIOSOS De los 1.881 divorcios presentados en los juzgados cordobeses el año pasado, 960 (51%) fueron no consensuados y 921 de mutuo acuerdo, registrándose una disminución de los contenciosos y un aumento de los consensuados respecto al 2012, cuando se registraron 1.159 de los primeros y 842 de los segundos, según la estadística del CGPJ que recoge las rupturas presentadas en los juzgados de Primera Instancia, de Primera Instancia e Instrucción y de Violencia sobre la Mujer.

En cuanto al conjunto de disoluciones matrimoniales, las 2.005 que se recibieron en los órganos judiciales en el 2013 se dividieron en 1.881 divorcios, 122 separaciones y dos nulidades matrimoniales. Respecto a las separaciones, 84 fueron consensuadas y 38 contenciosas, por lo que aumentaron las de mutuo acuerdo y disminuyeron las no consensuadas con respecto al 2012, cuando se registraron 68 de las primeras y 71 de las segundas.

Por trimestres, fue el cuarto el que más disoluciones matrimoniales acumuló, hasta alcanzar la cifra de 629. De estas, 583 fueron divorcios, 45 consistieron en separaciones y también hubo una nulidad matrimonial. En el segundo trimestre, de abril a junio, se registraron 510, mientras que el primero y el tercero tuvieron prácticamente los mismos: 432 y 434, respectivamente.