Cientos de fieles abarrotaron en la mañana de ayer la iglesia del Juramento para honrar a San Rafael en la tradicional eucaristía que la ciudad le dedica. La celebración estuvo presidida por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, y concelebrada por el Cabildo catedralicio, contando con la presencia de distintas autoridades locales.

A lo largo de la homilía, el prelado recordó a los cordobeses que Córdoba es la «ciudad de San Rafael» señalando que «el Arcángel sigue ejerciendo, que no ha dimitido, que no se cansa de proteger a Córdoba».

El obispo, tras denunciar ciertas posturas que «quieren eliminar a Dios del mapa», pidió al Custodio por «los que sufren, los que no tienen para sobrevivir».

Previo al acto, la iglesia del Juramento recibió las reliquias de catorce mártires ejecutados durante la Guerra Civil.