La Junta ha reiniciado las obras de la cuarta nave del parque logístico, que empezaron en marzo del 2017 pero que en verano quedaron paradas por discrepancias con la empresa adjudicataria y con un grado de ejecución del 2%. Esas desavenencias y el retraso en los trabajos llevaron a la Junta a resolver el contrato y a sacar a concurso de nuevo la edificación de la nave que tendrá espacios para albergar nuevas empresas. La licitación se produjo en octubre del año pasado. Aunque la adjudicación es un hecho desde hace meses, el procedimiento ha sufrido distintas vicisitudes hasta el encargo definitivo. Desde el miércoles hay actividad en la parcela del área logística, ubicada en la carretera de Palma.

El proceso de adjudicación ha sido largo. Las obras salieron a concurso por 3,9 millones y un plazo de ocho meses. Al concurso se presentaron 20 empresas. En una primera adjudicación, fue la unión temporal formada por Ros Zapata y Alvac la que se quedó con la obra por 2,1 millones, aunque no llegó a firmar el contrato porque renunció al no considerarla viable. Después, Ros Zapata se declaró en concurso de acreedores.

Tras esa renuncia, la mesa de contratación contactó con las siguientes empresas con más puntuación y varias tomaron la misma decisión por idénticos motivos. Finalmente, ha sido Fonsán Gestión y Construcción la adjudicataria de la obra por 2,2 millones, con la que la Junta firmó el contrato el 10 de abril. Su oferta rebajó un mes el plazo de ejecución, que será de siete meses, por lo que expirará en noviembre.

Fomento y Vivienda ha detectado demanda de espacio en el parque logístico, por lo que su intención es, tal y como adelantó este periódico el domingo, seguir invirtiendo allí. De hecho, el 90% de la nueva nave ya está ocupada antes de su ejecución. La idea de la Junta es llegar al 100% antes de que acabe la obra.

Esa demanda lleva a la Junta a redactar el proyecto y a realizar los movimientos de tierra y los estudios arqueológicos en dos nuevas parcelas con la idea de ampliar la superficie logística. Su idea es realizar las labores de desbroce y excavación hasta la cota de la cimentación para detectar las posibles actuaciones arqueológicas, de forma que pueda anticiparse a retrasos como ha ocurrido en la cuarta nave. La Junta hará estos trabajos en las parcelas L7 y L8, que suman 16.000 metros cuadrados, y prevé tenerlos acabados para el primer semestre del 2019. Además, ha iniciado los estudios geológicos en todas las parcelas que quedan sin edificar de la primera fase. Al mismo tiempo, va a redactar el proyecto para la quinta nave, que se hará en la parcela L5 y que costará 2,5 millones, cuyos trámites ya han comenzado. A esto se une que negocia con una empresa logística su implantación en el solar destinado a centro de servicios a las empresas y que ha iniciado la modificación del plan especial para habilitar 30.000 metros cuadrados en la segunda fase.