El delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, la directora del Museo Arqueológico, Mª Dolores Baena y el director de la Fundación Prasa, Juan Bautista Carpio, han presentado hoy en el Museo Arqueológico la exposición temporal “Iter a Corduba Toletum”, que podrá visitarse hasta el 15 de mayo de 2016, según una nota de prensa del museo.

Según ha informado el delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, frente al gran esplendor de la Córdoba romana y andalusí, la época visigoda queda normalmente en un segundo plano en la investigación arqueológica. En esta muestra contamos con una información de gran interés sobre este período en la zona norte de nuestra provincia.

Francisco Alcalde ha añadido que los recientes trabajos realizados en La Losilla (Añora) por el Instituto Arqueológico Alemán nos han proporcionado no sólo una información histórica de gran interés, sino también una serie de materiales que hasta ahora no se han podido exponer al público.

Dolores Baena ha señalado "como con esta exposición el museo sigue la línea de tratar temas diversos, hasta ahora poco conocidos, donde va renovando exposiciones, evidenciando con esta piezas el enorme patrimonio arqueológico que cuenta esta ciudad y su provincia".

Juan Bautista Carpio considera que "la exposición ha querido mostrar como la etapa visigoda no es tan oscura y desconocida como se cree, sino que podemos encontrarnos zonas, como por ejemplo, en los Pedroches donde se concentraba una gran vida económica, social y política de esta cultura".

De esta forma, la exposición permite exhibir dos interesantes piezas ingresadas recientemente en el Museo Arqueológico procedentes de La Losilla en su contexto cultural y geográfico y presentar una panorámica general sobre la época visigoda en el área norte de la provincia de Córdoba.

LA EXPOSICIÓN

Esta exposición gira en torno a la idea de que el norte de la actual provincia de Córdoba (en especial la comarca de Los Pedroches) no fue en época visigoda un espacio aislado y lejano sino, al contrario, una zona de paso bien conectada con dos de los centros urbanos más destacados: Córdoba y Toledo.

La comarca de Los Pedroches ocupa un lugar central en el espacio intermedio entre estas dos grandes sedes regiae sedes regiaede época visigoda. Aunque es un espacio aún hoy mal conocido, los restos materiales que se muestran en esta exposición nos pueden ayudar a comprender cómo era este territorio entre fines de la Antigüedad y comienzos de la Edad Media, marcado por la presencia de las vías de comunicación que ponen en contacto Córdoba y Toledo. Gentes, mercancías, ideas, religiones o recursos transitaron por la comarca, y dejaron su huella material en ella.

ECONOMÍA

El mundo visigodo fue esencialmente rural, pero eso no significa que su economía fuera únicamente agrícola y ganadera. La riqueza minera de Sierra Morena fue bien aprovechada durante este momento, siendo una de las principales razones de la importancia estratégica de la zona en el reino visigodo. Existían talleres de trabajo del metal dispersos por las diferentes poblaciones y, en muchas ocasiones, los artesanos eran los que viajaban ofreciendo sus servicios. Las piezas de bronce atestiguan la existencia de estos talleres, de gran relevancia en la comarca de Los Pedroches. El Estado y la Iglesia se esforzaron por controlar el camino (y sus recursos), jalonando la vía de pequeños monasterios y guarniciones que protegían personas y bienes.

También la enorme cantidad de piezas de vidrio de calidad halladas en la comarca hacen de Los Pedroches uno de los lugares de la Península Ibérica donde mejor conocemos este tipo de industria y sus usos. Platos, botellas, jarritas, lámparas, etc., adornaron iglesias y sirvieron de ajuar funerario para las tumbas.

CREENCIAS Y MUNDO FUNERARIO

La paulatina cristianización de esta área rural está presente tanto en una serie de piezas relacionadas directamente con el culto, como en la generalización de unos ritos funerarios característicos. Entre los siglos V y VIII , el cristianismo se expande desde las ciudades al mundo rural, y los símbolos de la nueva fe son cada vez más frecuentes en objetos de adorno personal como los que se exponen. En el norte de Córdoba conocemos varias iglesias, en El Germo (Espiel) o La Losilla (Añora), además de un baptisterio en la ermita de Las Cruces (El Guijo), en el que el bautismo se realizaba según el antiguo rito de la inmersión. Además, en Los Pedroches conocemos un gran número de pequeñas necrópolis en las que, a pesar del interés de las autoridades religiosas por acabar con estas antiguas costumbres, suelen aparecer ajuares funerarios formados por cerámica, vidrio y en ocasiones objetos metálicos de adorno personal.

LA INVESTIGACIÓN

En contraste con la gran atención recibida por Al-Andalus y por la rica provincia Bética romana, la época visigoda ha sido hasta hace poco tiempo una gran olvidada. Y ante la gran relevancia histórica de Córdoba o de Toledo, las áreas rurales situadas al norte de la actual provincia cordobesa apenas han sido objeto de investigaciones arqueológicas. La basílica paleocristiana del cerro de El Germo (entre Alcaracejos y Espiel), el yacimiento de Majadaiglesia, que se identifica con la antigua ciudad de Solia (ermita de las Cruces, en El Guijo) y una tumba aislada excavada en el cortijo Majago Bajo (al sur del término de Pozoblanco) eran los únicos yacimientos excavados hasta que en estos últimos años se pusieron en marcha las intervenciones en La Losilla (Añora). Aunque se conocen yacimientos, a veces desde antiguo, que esperan ser investigados.