La Comisión Provincial de Patrimonio acordó en su reunión de ayer incoar el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de monumento, el convento de Santa Isabel de Los Ángeles, situado en el barrio de Santa Marina. Un paso importante, que afectará al futuro del edificio, que ya ha sido vendido por la comunidad de las clarisas para hacer un hotel de cuatro estrellas.

Según el expediente aprobado ayer por la Comisión de Patrimonio, al que ha tenido acceso este periódico, la declaración del inmueble como monumento se justifica porque «el templo presenta un interés arquitectónico y artístico fuera de toda duda, ya que en la construcción del edificio intervinieron importantes arquitectos como Juan de Ochoa o Sebastián Vidal».

Asimismo, señala el expediente que «destaca el altar mayor, presidido por un relieve de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel, obra del escultor sevillano Pedro Roldán». La comisión entiende también que aunque «todo el interés del conjunto radica en su iglesia», la declaración de BIC debe afectar también «a las dependencias conventuales por sus valores históricos, por el interés de su ubicación en el núcleo urbano y por el perfil y la volumetría de la manzana que genera». El expediente también tiene en cuenta, además del valor artístico del conjunto, «el importante valor antropológico» que tiene, vinculado a «la devoción popular de la ciudad, al venerarse en la iglesia conventual la imagen de San Pancracio».

El convento de Santa Isabel de los Ángeles se remonta al año 1941 y forma parte del entorno de protección de la iglesia de Santa Marina, declarada Monumento Histórico Artístico. La comunidad de religiosas de las clarisas dejó de ocupar el convento en el mes de mayo del año pasado «por su incapacidad para hacer frente a los costes de mantener el edificio», dice el expediente, y el 15 de septiembre se les comunicó a las monjas «el inicio de los trámites necesarios para incoar el procedimiento de declaración como Bien de Interés Cultural» del convento, «atendiendo a los valores artísticos, históricos y etnológicos que posee el mismo». Entre octubre y diciembre del pasado año se elaboró la documentación técnica para la declaración como BIC y se elaboró una propuesta que ayer se informó faborablemente.

Ahora, el siguiente paso lo tendrá que dar el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, que es quien dicta la declaración, que después se tendrá que publicar en el BOJA. Desde ese momento, los promotores del hotel que se pretende construir en el edificio del convento estarán obligados a someterlo al dictamen de la Comisión Provincial de Patrimonio, que deberá pronunciarse sobre los proyectos básico y de ejecución y pondrá los condicionantes que considere que debe cumplir. Al no ser BIC ahora, bastaba solo con la licencia de urbanismo y con cumplir las condiciones que marca el Plan Especial del Conjunto Histórico.

En el mes de diciembre, el delegado de Cultura, Franscisco Alcalde, explicaba que un bien puede tardar en ser declarado BIC entre 6 y 12 meses, dependiendo de diversas circunstancias.