Según han informado los Servicios de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía recientemente, en la comunidad autónoma se han decomisado 47.593 kilos de productos pesqueros durante el primer semestre del 2016, gracias a la colaboración de la Guardia Civil y la Policía Autonómica, lo que supone un incremento del 19% con respecto al año anterior. De esa cifra, 114 kilos de los 838 que fueron incautados en la provincia de Córdoba han sido repartidos al Banco de Alimentos de la ciudad, ya que los 724 restantes no se encontraban en buen estado y su consumo fue considerado como no apto para la población.

Entre los productos se han contabilizado 66 especies distintas, aunque solo siete representaban el 86% del peso total incautado siendo el resto, por lo tanto, inmaduros, a pesar de considerarse la pesca de estos un delito penado por ley. La mayoría del pescado, situándose la cifra en un 63% en lo que va de año, se ha destinado a la alimentación de los menos favorecidos, una vez que se haya pasado los controles sanitarios pertinentes para que su consumo sea adecuado y sin probabilidades de que ninguna persona corra ningún riesgo que perjudique a su salud.

Los veterinarios y expertos en el tema son los responsables de asegurar la no presencia de ninguna bacteria o parásitos, y que los productos no estén en descomposición, infectados, o presenten contaminación microbiológica. Al Banco de Alimentos, institución que recibió estos kilos de productos pesqueros para su posterior reparto a colectivos necesitados, le fue dada esta cantidad una vez comprobado que todo estaba en orden. El resto, por otra parte, fue destruido mediante su correspondiente proceso para evitar su consumo, catalogado como perjudicial.