El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha anunciado que esta semana empezará a abonarse el anticipo del 70% de las ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC), tras aprobar Bruselas el incremento del montante de este adelanto en un 20% con el fin de paliar en parte los efectos de la falta de lluvias en las explotaciones.

Según las estimaciones, cerca de 215.000 agricultores y ganaderos de Andalucía podrán beneficiarse de esta medida a la que ha decidido acogerse el Gobierno regional y que podrá suponer la gestión de 750 millones de euros entre el 16 de octubre y el 30 de noviembre. Para ello es preciso, sin embargo, que además de contar con todos los controles administrativos como ya se exigía en 2015 y 2016, se hayan finalizado también los controles que se realizan sobre el terreno. Para cumplir este nuevo requisito impuesto en el 2017, la Junta ha llevado a cabo los esfuerzos necesarios para concluir este trámite en plazo y así responder al compromiso adquirido por la Consejería de agilizar al máximo las gestiones para el que el dinero llegue a los productores lo antes posible.

También en relación con las consecuencias de la prolongada escasez de lluvias en Andalucía, Sánchez Haro ha explicado su apuesta por la elaboración de un plan de choque para el uso de fuentes alternativas de agua que tenga especial incidencia en los recursos generados y que se desarrollaría en colaboración con el Gobierno central. El consejero lanzó asimismo un mensaje de tranquilidad afirmando que «aunque la situación preocupa», oficialmente no estamos todavía en situación de sequía, si bien es cierto que si no se diera un otoño climatológicamente normal «podría tener importantes consecuencias».

Aun así, señaló el consejero de Agricultura que el Gobierno de Andalucía «no espera a ver la marcha de los acontecimientos» para tomar medidas sino que «se adelanta y prepara ante cualquier vicisitud». El titular de Agricultura ha explicado que la Consejería está realizando un seguimiento continuo de las comarcas andaluzas y estudiando medidas del ámbito agrario para adoptar incluso de forma previa ante una posible situación oficial de «sequía».