El delegado de Medio Ambiente en Córdoba, Francisco de Paula Algar, desvinculó ayer en un comunicado el incendio que desde el domingo está arrasando toneladas de papel y plástico en la planta de reciclaje de Recicor XXI, del grupo Barea, de las irregularidades detectadas en las inspecciones realizadas a la empresa. Según Algar, la empresa tiene autorización ambiental desde el 2009 aunque se realizaron modificaciones sustanciales en el 2013. La última inspección llevada a cabo por técnicos del Servicio de Protección Ambiental de la Delegación de Medio Ambiente tuvo lugar en mayo del 2016 y en ella se detectaron algunas deficiencias que la empresa habría subsanado posteriormente. En este sentido, recalca que «el incendio no tiene relación causa efecto, a priori, con las deficiencias detecadas en esa inspección», que no se detallan en la información facilitada. Pese a ello, la Junta está realizando una investigación para esclarecer lo ocurrido y adelanta que «se abrirán diligencias previas para analizar si hubo algún incumplimiento posterior a mayo del 2016 que pueda estar relacionado con el siniestro. En cuanto a la calidad del aire, insistió en que según los datos de la Red de Vigilancia de Calidad del Aire de Andalucía, «no se han registrado superaciones de contaminantes de calidad».

Por su parte, fuentes del grupo Barea informaron de que, desde la mañana de ayer, los trabajadores de la propia empresa están cubriendo la zona afectada por el fuego con camiones de arena para asfixiarlo ya que el agua no estaría dando resultados y confían en que hoy a mediodía, «si el viento acompaña», esté apagado. Asimismo, afirman que las deficiencias detectadas por la Junta ya fueron subsanadas.