Aunque el curso escolar 2017-2018 comenzó este pasado lunes para los alumnos de Infantil y Primaria, las delegadas del Gobierno y de Educación, Rafi Crespín y Esther Ruiz, respectivamente, junto a la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, procedieron ayer a su inauguración oficial con un acto en el colegio público Salvador Vinuesa, al que acudió parte de la comunidad educativa de este centro, y en el que mostraron su compromiso por mejorar las infraestructuras educativas.

Las tres dirigentes socialistas de la ciudad valoraron que el curso ha comenzado sin incidencias, marcado por el descenso de 4.285 alumnos y con 268 profesores más, lo que significa una «apuesta y un esfuerzo por mejorar la calidad educativa». La alcaldesa, Isabel Ambrosio, reconoció en su intervención ante alumnos y profesores que «el Ayuntamiento ha estado demasiado lejos de los centros escolares de la ciudad y tiene que ser una prioridad, porque es la población más sensible». Señaló Ambrosio que «educar es una tarea global de todos y el papel del Ayuntamiento tiene que ser el de dar un impulso más que hasta ahora», de forma que no se ocupe solo «de incorporar ordenanzas para vigilar los colegios o asumir tareas de limpieza, sino que debe apostar por una actitud de educación continua y de acompañar la labor en los centros escolares y a las familias».

Ambrosio aseguró que desde el Ayuntamiento se está haciendo un diagnóstico y auditoría del estado de los centros escolares públicos y que se tomarán medidas de forma paulatina.

La delegada de Educación, Esther Ruiz, insistió de nuevo en que «Córdoba tiene puesto el acento en la FP» porque «es un vínculo con el motor social y económico de la ciudad». Además, señaló que para este curso «nuestro empeño y objetivo final es seguir mejorando la calidad de la enseñanza, siempre en diálogo con sindicatos, padres y alumnos». Por su parte, Crespín dijo que «necesitamos que los niños tengan la atención debida para mejorar el éxito escolar».